El Mono Burgos, un sinónimo de éxito si dirige el banquillo
Los dos últimos títulos de los rojiblancos (Supercopa España 2014 y Europa League 2018) llegaron con Simeone sancionado y su segundo al frente.
Hay una premisa que se ha cumplido las dos últimas veces que el Atlético ganó un título: el técnico que estaba sentado en el banquillo era Germán Burgos. Pasó en la Supercopa 2014. Pasó en la última Europa League. Simeone sancionado, el Mono Burgos al frente. Hoy en Tallin esa parte se cumplirá. Al Cholo le toca ver el partido desde un palco encima de los vestuarios del estadio. El TAS rechazó la suspensión cautelar. El Atleti no fue más allá. A Simeone, tras esta noche, aún le quedará otro partido por cumplir, que será en la primera jornada de la Champions.
Por eso, Burgos estará en el banquillo. Como en 2014, cuando, en la vuelta de la Supercopa de España, Simeone le dio unas collejas al árbitro y fue expulsado, con grave sanción. Como en la Europa League. En Lyon era Germán quien estaba en el banco. Simeone había sido expulsado en la ida de las semifinales, ante el Arsenal, después de que el árbitro expulsara en apenas diez minutos por dos amarillas.
Hoy al Cholo le volverá a tocar ser hincha en la grada, león encerrado en un palco, aunque sabe que su banquillo está en buenas manos, las del Mono Burgos, a la espera de que se cumpla la segunda parte de la premisa y el Atlético gane también este partido, esta Supercopa al Madrid que sea como aquel gol de Miranda en la Copa del Rey, que terminó con catorce años de derrotas ante el Madrid, aunque ahora sería en Europa.
