SUPERCOPA EUROPA | REAL MADRID - ATLÉTICO
Un derbi con superpremio: el año I d. C. empieza a lo grande
Madrid y Atlético se juegan la Supercopa en un duelo marcado por la ausencia de Cristiano. Jugarán Griezmann y Costa. Modric tendrá minutos. Lemar, única cara nueva en los dos onces.
Derbi inédito en escenario inédito en el año I d. C. (después de Cristiano). El principio de una era hipogaláctica en el Madrid, del banquillo al campo, y estelar del Atlético, que en Tallin comparece más cerca que nunca de la rueda de su rival (sigue el partido en directo en As.com). Dos veranos radicalmente distintos en la ciudad. El Madrid perdió de forma imprevista a sus dos máximos referentes, Zidane y Cristiano Ronaldo, y vuelve a la casilla de salida. El Atlético supo retener a Griezmann, Godín y Giménez, activos cruciales, y cerrar seis fichajes. De hecho, en los últimos cinco años, después de la llegada de Bale, el Madrid ha gastado 398 millones en jugadores y 567 el Atlético, dato que desmonta en parte el recurrente argumento de Simeone sobre la inferioridad económica del Atlético que servía para explicarlo casi todo. Queda pues un derbi lejano, a 3.875 kilómetros de la capital, pero apasionante.
La necesidad y la falta de oportunidades en el mercado han obligado al Madrid a reordenarse como un equipo polifónico, porque el recién estrenado liderazgo de Bale nunca alcanzará al de Cristiano y porque nadie ingresará en la cuenta blanca los cincuenta goles por temporada del portugués. Buena parte del equipo pasó por las manos de Lopetegui en su fase de formación y existe el convencimiento de que nadie puede sacarle más rendimiento a jugadores como Isco, Nacho, Ceballos o Asensio, obligados a ejercer de oficiales. La pretemporada ha dejado hasta la fecha tres victorias de prestigio (Juventus, Roma y Milán) y una derrota engañosa ante el Manchester United. También una primera presión apreciable, una obsesión por la recuperación rápida que no se había visto antes y un aprecio por la posesión más acusada que en la era Zidane. La media de la Liga pasada quedó establecida en un 59%. Sus datos en la pretemporada han sido mucho más contundentes: 71% ante el United, 63% ante la Juventus, 66% ante el Roma y 62% ante el Milán. Sin embargo, esa apropiación debida del balón no ha tenido tanto reflejo en la portería: nueve goles en cuatro partidos y ocasiones demasiado espaciadas. Y pocos indicios de esa firmeza defensiva (el Milán remató 12 veces en el Trofeo Bernabéu) que debería compensar los goles que ya no hará Cristiano.
Un Atlético canterano
Al Atlético le ha ido peor. Sólo una victoria en cinco partidos, ante el Cagliari, que no es de su Liga, pero en choques repletos de canteranos. Media pretemporada fue un campus de verano. Diego Costa sólo jugó el último encuentro, ante el Inter; Griezmann únicamente suma 25 minutos; los mismos que Kalinic, recién aterrizado. Y es que doce de los jugadores de su plantilla estuvieron en el Mundial. Lleva tiempo el Atlético sufriendo el virus FIFA, que es enfermedad de ricos, y eso ha trastocado su verano aún más que al Madrid, que desde el inicio pudo trabajar con jugadores nucleares como Bale o Benzema. Sin embargo, Simeone arriesgará: en los últimos ensayos probó con Griezmann y Diego Costa. También con Lemar, uno de los tres jugadores ofensivos que le han traído y la única novedad prevista respecto a la campaña precedente en los dos onces iniciales. Toca ahora saber qué quiere ser el equipo de mayor, pero a día de hoy no se ve a Lemar en el mismo once que Gelson Martins ni a Simeone arrebatándose con dos extremos y dos puntas.
El Madrid será el de Zidane, con la única duda de Modric, que apenas lleva una semana de entrenamientos, pero los 15 minutos que disputó en el Trofeo Bernabéu resultan indicativos de que al menos estará un tiempo. Se repartirá el partido con Asensio. Y el peso goleador del equipo recaerá sobre Bale, nuevo comandante en jefe, que siempre fue mejor en la estadística que en la salud. El morbo de Courtois tendrá que esperar.
La historia está abrumadoramente con el Madrid, que se ha encontrado cinco veces en Europa con el Atlético (siempre en Champions), tres en eliminatorias y dos en finales, y siempre salió vencedor. De conseguir el título (ha ganado tres de los cuatro últimos) sumaría cinco y cazaría a los líderes, Milán y Barcelona. El Atlético llegaría a los tres, a un paso de su vecino.
Y es que con Simeone el derbi ha tenido gran cartel. Desde que el Atlético volvió a Primera y hasta la llegada del argentino, pasó 21 partidos sin ganar al Madrid. Con él en el banquillo, ganó ocho, empató nueve y perdió nueve, con sólo una derrota en los últimos cinco derbis. Europa tendrá el rey que merece.