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BARCELONA - SEVILLA | LA INTRAHISTORIA

La gran noche marroquí de Martí Filosia con el Barcelona

Uno de los delanteros más discutidos de la historia del Barça le marcó cuatro penaltis en la misma tanda al legendario Sepp Maier en Marruecos.

Actualizado a
Martí Filosia.

Las confesiones llegan a la hora del café. Mientras espera a que se enfríe el suyo, Martí Filosia mira la taza y reconoce que “si yo hubiera estado en la grada, probablemente también me hubiera silbado, Corría mal, trotaba casi sobre los talones, a la gente se le hacía raro, pero es que jugaba con una faja por problemas de lumbares. Corría como un pato, así que ahorraba esfuerzos”. La grada del Camp Nou ha sido caprichosa desde siempre. Aplicados patanes se ganaron el respeto de la tribuna desde su primera carrera y otros, como el caso que nos ocupa, fueron señalados como apoltronados.

Con la parsimonia que le caracteriza, Narcís Martí Filosia apura la taza y recuerda sus contados momentos de gloria vistiendo la camiseta del Barça. Y es ahí, donde surge la gran noche marroquí de ese delantero de Palafrugell que un día le dijo al técnico Roque Olsen (cuyo lema era “disciplina, disciplina y más disciplina) que “eso de que para jugar al fútbol hay que sufrir no lo entiendo. ¿A que lo que se hace sufriendo te sale mal?”. Ni decir tiene que no le convenció.

Pretemporada del Barcelona en Marruecos. 30 de agosto de 1969. Torneo Mohamed V. Cartel de campanillas con Bayern Múnich, Wydad Casablanca, Sao Paulo y Barcelona. En semifinales, el Bayern despacha al equipo local y el Barça supera a los brasileños por 2-0 con goles de Palau.

La final es un Bayern-Barça que acaba en empate a dos con sendos goles en propia puerta de Gallego que igualan los de Rifé y Zaldúa. Llega la hora de los penaltis.

En aquella época las tandas de penaltis no eran como ahora. Cada equipo lanzaba sus cinco disparos consecutivamente y cuando acababa, el equipo rival lanzaba a continuación sus cinco disparos correspondientes. Además, los lanzadores podían repetir.

Empezó chutando el Bayern. El primero de la tanda, ejecutado por Gerd Müller lo paró Sadurní; el segundo, de Olhausenn se estrelló en el travesaño y el tercero, cuarto y quinto los transformó Müller. Tres goles para los bávaros de cinco lanzamientos seguidos.

Ahora le tocaba al Barcelona superar la marca de los alemanes, cuya portería defendía Sepp Maier.

Apurando su taza de café, Martí Filosia recuerda: “A mí siempre me habían dicho que corría mal, pero que tenía castaña, ¿sabe? Le pegaba bien a la pelota, así que me fui para el punto de penalti y pam, pam, pam, pam… le marqué cuatro penaltis seguidos a Maier. Algo inaudito. Nadie se acuerda de eso ni creo que ahora alguien pudiera marcarle cuatro seguidos a un portero de gran nivel. Fue mi gran noche en el Barça, pero en Marruecos y en un amistoso. En el Camp Nou, ya le digo yo que no los hubiera tirado, que me pitaban. De hecho, sólo se acuerdan del penalti que fallé en Mestalla y que nos podía haber dado la Liga que perdimos en la última jornada en el Calderón al empatar”.

Por cierto, antes de pagar recuerda que “y el gol al Atleti ese día también lo marqué yo, y pudo valer una Liga”.