Marcelino: "El club que quiera a Rodrigo debe pagar la cláusula"
Marcelino 'sube' públicamente el precio de Rodrigo, ya no habla de una oferta "irrechazable" sino que remite directamente a la cláusula de 120 millones para la salida del delantero.
El Valencia refuerza su discurso a la hora de hablar de Rodrigo Moreno. Se hace fuerte. Entrados ya en agosto, Marcelino ya no habla de una oferta "irrechazable". Ahora ya remite directamente a la cláusula de capitán blanquinegro, que asciende a 120 millones de euros.
"La idea, claro, es que vamos a empezar con Rodrigo; el club ha manifestado que hay una cláusula y el club que venga a por él tiene que pagarla. Si viene un club y el futbolista se quiere ir, qué le vamos a hacer. Pero no estoy pensando en eso ni me preocupa en exceso, porque si se da esa circunstancia tampoco puedo modificarla", aseveró Marcelino a los tres medios desplazados con el Valencia a Liverpool, entre ellos AS.
Marcelino reafirma públicamente el discurso de Mateo Alemany, que en su última rueda de prensa ya remitía a la cláusula. Pese a ello, durante los días en la estadía en Suiza, coincidiendo con la reincorporación de Rodrigo a los entrenamientos, el club deslizaba que solo escucharía ofertas por Rodrigo que rondasen los 80 millones.
Pero ese valor de Rodrigo, a tenor de las palabras de Marcelino y tras haberse producido un Consejo de Administración en Singapur la pasada semana, aumenta a lo que dicta su cláusula, es decir, 120 millones. Lo cierto es que el hispano-brasileño, que contra el Everton se estrenó con dos goles, es un perfil de futbolista básico en el estilo del Valencia de Marcelino y de ahí que el asturiano confíe en que permanezca en sus filas.
Marcelino, como ha publicado AS, ha hablado de forma privada con Rodrigo. Sabe sus intenciones e inquietudes. Rodrigo está feliz en el Valencia. Su voluntad es seguir y se siente identificado con el proyecto. Marcelino sabe que Rodrigo sólo se plantearía una salida en casos de que a su puerta llamaran clubes muy selectos y con ofertas fuera del alcance de las posibilidades del Valencia, que si algo tienen claro sus gestores es de no 'reventar' el vestuario con salarios desorbitados.