FUENLABRADA 0-R. MAJADAHONDA 2
Carcelén sentencia un triunfo sin chicha del Majadahonda
Marcó un doblete tras dos errores del Fuenlabrada. Pobre espectáculo en el Fernando Torres en una tarde en la que el calor mandó más que el fútbol. Enzo, el mejor visitante.
La pretemporada es el reino de la imprecisión. Ella manda. Agiganta los fallos para darles valor definitorio en partidos sin más historia que el resultado. Y a veces, como en éste, ni eso. El Rayo Majadahonda venció al Fuenlabrada en el Fernando Torres en un duelo en el que un desatino de la defensa local permitió Carcelén hacer los dos goles del triunfo. Resultado escueto como el fútbol que se perpetró durante 90 minutos fácilmente olvidables. Normal. Así es la pretemporada. El reino de la imprecisión.
Cuando comenzó a moverse el esférico, solo mandaba un invitado esperado, pero intangible. No se le veía, pero estaba. El calor regía solemne, tiránico para ambas escuadras y los 500 valientes que se acercaron al Torres. No era tarde de fútbol. No era tarde de nada que no fuera zambullirse en una piscina o hacerse rehén del aire acondicionado. El preludio prometía poco espectáculo. Se cumplieron las previsiones. Se impusieron las pizarras sin más belleza que la coreografía de los futbolistas de aquí para allá tratando de cumplir las órdenes de sus jefes.
El del Rayo, Iriondo, se llevó sólo 16 futbolistas en la convocatoria y dibujó sobre el (castigado) césped fuenlabreño una defensa de tres centrales. Meré debutó oficialmente en pretemporada con Randy de mediapunta y una zaga más que reconocible y temible. Controló primero el Fuenla, pero sus errores dieron vida al Majadahonda.
Así marcó Carcelén su primer gol tras un buen chispazo de Enzo y el no despeje de la zaga azulona. El hijo de Zidane escribió la escasa poesía que tuvo el partido. Un control aquí. Un amago allá. Que si ahora trato de hacer una finta. Que si aquí te regalo un pase imaginativo. Él y la efervescencia de Fede Varela fueron lo mejor de un acto inicial discreto. Justito. Pretemporada en bruto.
A la segunda mitad también le faltó fútbol, aunque al menos hubo espectáculo. Con forma de tangana, sí, pero espectáculo, al fin y al cabo. Se enzarzaron Olmos y Varela y el lío entre ambos terminó en pique de Randy con Enzo. Cara a cara. Tensión de la buena. Fue lo más emocionante del resto de un partido al que todavía le quedarían un par de ocasiones del Fuenla (buena la que marró Cristobal) y otras tantas del Majadahonda (Enzo disfrutó de la más clara) hasta que llegó el segundo de Carcelén.
El carrilero diestro coló la bola en la portería de Biel Ribas después de una pérdida en el mediocampo azulón. La contra terminó en remate seco desde la frontal del área. Buen gol ajustado al palo que sació la sed futbolera de una tarde seca en todos los sentidos.