La madre coraje del Leganés vence en su batalla al cáncer
Blanca Poza se ha convertido en un icono en la lucha contra ‘El Bicho’. A cada sesión de quimio acudía con la camiseta del Leganés. Piden que haga el saque de honor contra la Real.
El partido no se jugó en un campo de fútbol. Esto era más de fútbol sala. Espacios indoor y de dimensiones reducidas. Pero el enemigo seguía siendo fiero. Muy fiero. ‘El Bicho’, le llamaban. ¿Cómo Cristiano Ronaldo? No, peor. CR7 sólo marca goles. El otro ‘Bicho’ quita vidas. Se llama cáncer. Pero a Blanca Poza (56 año) le daba igual que su rival fuera duro. Ella es de Leganés y del Leganés. Eso forja carácter para batallar contra todo. Casi siempre con éxito. En Butarque, los sueños se cumplen. También el de Blanca. En diciembre de 2017 le diagnosticaron un cáncer de mama. Este jueves, tras meses de lucha (siempre con la camiseta de su Lega enfundada) ha ganado su lucha. Está limpia del ‘Bicho’. La victoria es suya.
Su hija, Blanca Fernández, leal y fiel en la pelea contra la enfermedad, lo anunció a última hora de la tarde en redes sociales. “Hace 226 días nos dieron la peor noticia de nuestras vidas, pero con vosotros y llevando como escudo nuestro Leganés, hoy, 2 de agosto, os confirmamos que ¡HEMOS GANADO AL BICHO! ¡¡¡¡Los ganglios también están limpios!!!! Falta la radio, pero sólo para es sólo para prevenir”. El tuit que ya ha alcanzado más de 7.000 interacciones y del que se han hecho eco desde el mismo Leganés, hasta la Federación Madrileña de Fútbol.
Siempre con ropa del Leganés
En el mensaje de la buena nueva, una foto: ambas, madre e hija, aparecen luciendo la camiseta del Leganés, ésa que Blanca madre se ha puesto en cada sesión de quimioterapia que ha sufrido. En cada consulta rutinaria con el médico a la que ha acudido. Daba igual el motivo de la visita. Cada vez que iba al hospital de La Paz, siempre portaba con ella una prenda del Leganés para representar el espíritu de lucha que también encarna el club del laurel.
Porque cuando Blanca comenzó a pelear contra el cáncer, decidió que los lamentos no serían su acompañante. Nada de tonadillas quejicas y discursos blandengues. Casi misericordiosos. Blanca seguiría siendo Blanca. Enérgica, optimista y feliz. Sobre todo, feliz. Ese espíritu y el eco que tuvo entre la afición pepinera la han convertido en un icono blanquiazul y, sobre todo, en un ejemplo social y público de la lucha contra el cáncer.
En primavera incluso dio una arenga al vestuario del Leganés antes de un entrenamiento. El club le abrió las puertas para que pudiera repartir entre los jugadores los pañuelos con los que simbolizaba su batalla. Ella, de paso, les leyó una carta en la que les explicaba sus vivencias y cómo ellos, los futbolistas de su Lega, la estaban llenando de energía para seguir combatiendo. Lo que Blanca no sabía es que ese día fue su historia la que insufló de energía las piernas de sus ídolos.
Saque de honor
Así, sesión de quimio tras sesión de quimio, es como Blanca ha ganado. Sin parar de luchar. Con L de alegría o aliento. Con L de Leganés. Ahora ya sólo le quedan pequeñas sesiones preventivas y, quien sabe, si un último tributo por este éxito. Son muchos los aficionados del Leganés que han pedido al club que Blanca haga el saque de honor del primer partido de Liga en Butarque, ante la Real Sociedad que entrena Asier Garitano, extécnico pepinero y fiel aliado de nuestra protagonista en su lucha contra el cáncer. Sería una bonita forma de culminar los festejos por este logro. El primer título de la temporada para el Leganés.