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BARCELONA

Valverde 2.0: los nuevos equilibrios del Barça

El Txingurri empieza su segundo proyecto azulgrana con el 4-4-2 y el 4-3-3 como dibujos base y Leo Messi en el centro de todo.

Dallas
Valverde, impresionado por la grandeza del AT&T Stadium, utilizará este año el 4-4-2 y el 4-3-3.
FERRAN ZUERASDIARIO AS

"Habrá que buscar nuevos equilibrios”. Esa es la frase de Valverde que retumbó cada vez que le preguntaron a final de la temporada pasada por el adiós de Iniesta. En la cabeza del Txingurri ya empezaba a dar vueltas la plantilla de la temporada 2018-19 y el nuevo dibujo. De momento, el Barça ha perdido un titular ‘y medio’. Iniesta fue indiscutible y Paulinho jugó hasta 49 partidos. Aportó estabilidad, jerarquía, físico y nueve goles, sólo por detrás de Coutinho (10), Suárez (31) y Messi (45).

Valverde basará su proyecto 2.0, pues, en los nuevos equilibrios y siempre con Messi como centro de todo. En principio, mantendrá el 4-4-2 que usó con éxito la temporada pasada. Busquets y Rakitic estabilizaron mucho a un equipo sólido atrás (hasta la caída de Roma y los últimos partidos de Liga en los que fue un coladero). Para afianzar ese 4-4-2, eso sí, necesita que Coutinho y, sobre todo, Dembélé, teóricos titulares, mejoren su balance defensivo. Para Malcom vale la misma máxima que para Dembélé. En Corinthians y Girondins no jugó con las exigencias que ahora tendrá en un equipo que sólo tiene una licencia para descansar en defensa y pertenece a Messi.

Pero Valverde tiene piezas nuevas. Los fichajes de Arthur y Malcom, la primera temporada completa de Coutinho y las esperanzas en Dembélé permiten pensar, a la espera todavía de un refuerzo, que el Barça podrá jugar con el 4-3-3, evolución del 3-4-3 cruyffista y sistema fetiche de la entidad en el nuevo siglo: Rijkaard, Guardiola, Tito y Luis Enrique.

Arthur asoma como un buen complemento para Busquets y Rakitic. Seguros los tres con la posesión del balón, liberarían de exigencias defensivas a los tres de arriba. Caso de jugar con tres interiores, Sergi Roberto podría jugar de Busquets o de Rakitic con cierta frecuencia. Preguntado por el asunto en Dallas, se mojó menos que hace un tiempo: “Estoy abierto a jugar donde diga el técnico. Yo donde disfruto es en el campo”.

Sin quitarle protagonismo a Messi, Valverde está dispuesto a darle galones a Coutinho. En media temporada, marcó 10 goles y repartió seis asistencias en 22 partidos. Sus números, completados con un buen Mundial en el que incluso se elevó sobre Neymar, permiten pensar que Valverde quiera aprovechar su buena relación con el gol. De ahí que podría jugar en punta con Messi y Suárez.

La llegada de Malcom, unida a la presencia de Dembélé al cien por cien, permite que el Barça recupere desequilibrio en la banda y explote su velocidad. Valverde sí tiene ahora jugadores para pasar del fútbol control que tantos réditos le dio la temporada pasada a una versión vertiginosa que mezclaría velocidad, desequilibrio y mucho más potencial ofensivo, aunque también más riesgos atrás. A lo lejos, el Barça aparenta haber perdido cuajo y jerarquía, experiencia y garantías, pero ha ganado en frescura, juventud y alternativas.