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BARCELONA

Marta Torrejón: "Ser bióloga me costó más que ser futbolista"

La capitana del Barça juega al fútbol desde los cuatro años y lleva 18 repartidos entre Barça y Espanyol. Habló con As antes del regreso de la gira del femenino.

Dallas
Marta Torrejón.
FERRAN ZUERASDIARIO AS

Marta Torrejón (1990) es una de las capitanas del Barça. Juega al fútbol desde los cuatro años y lleva 18 repartidos entre Barça y Espanyol. Compartió unos minutos con As en el hotel Beverly Wilshere de Los Ángeles, frente a Rodeo Drive, antes del regreso de la gira del femenino.

Su hermano Marc, hoy en el Union Berlín, también es futbolista de élite con trayectoria en Primera. ¿Viene de familia el fútbol?

Sí, sí, viene de familia. Mis primeros recuerdos de infancia son en campos de fútbol. Mi padre estuvo jugando hasta los 38 años, mis tíos jugaban, jugaba mi hermano (Marc, hoy el Unión Berlín) que empezó con cuatro años…, yo desde bien pequeña le pedí a mis padres apuntarme en un equipo de fútbol y en el primero que jugué fue en el del colegio con siete años.

¿Cómo es jugar 12 años en el Espanyol y de pronto cruzar de acera para hacerlo en el eterno rival?

Este es mi sexto año aquí. El cambio fue difícil, claro. Llevaba muchos años en el Espanyol que es el equipo que me abrió las puertas a todo. Empecé jugando con chicos y mi formación en la base fue allí. Fue una decisión difícil pero la creía necesaria para dar un salto. En esa época el Barça ya apostaba por el fútbol femenino y cada año daba más. Era un gran equipo, soy de la ciudad y si no me quería ir fuera, eran los dos grandes equipos que había.

Le leí que aquello le costó algún disgusto.

Siempre hay algunos aficionados que no lo entienden y no le gusta el cambio porque te vas al rival, pero creo que la gente que te quiere al final te apoya y está a tu lado. Exceptuando algún comentario, nunca tuve ningún problema.

Su hermano y usted son centrales. ¿Eso también es de familia o de niña le gustaban los goles como a todos?

Bueno, al final el fútbol vive de goles. Cuando empecé en el colegio jugaba de extremo, de medio pero cuando di el salto al Espanyol con 11 años ya me pusieron atrás porque era una niña grande, ya había crecido. Los niños eran más chiquitines y por envergadura ocupé posiciones de defensa y así ha sido.

¿Compitió también con chicos?

Jugué con niños hasta los 14 años, lo permitido. Una vez no pude continuar, pasé al equipo femenino del Espanyol. Con 14 años estaba en la Superliga femenina.

¿Cree que las chicas podrían competir más tiempo con los chicos o ya se notan las diferencias?

Hay que ser realistas. En infantiles ya notaba una pequeña diferencia física, no de calidad ni de conceptos. Pero estoy convencida de que en chicas, con otra genética o más fuertes, podrían continuar en cadetes pero es verdad que esa diferencia física existe y cuando empiezas a crecer se nota más. Pero esos tres años con chicos los sobrellevé bien y me ayudaron a crecer muchísimo. Y jugué muchos años, no me puedo quejar

Usted es bióloga. ¿Cómo hizo para compaginarlo?

Siempre digo que si algo quieres, algo te cuesta. Igual antes no era tan exigente. Ahora el Barça se ha profesionalizado y es complicado. Aun así hay chicas del equipo que compaginan estudios con el fútbol. En mi caso, fue un sacrificio. Te pasabas el día en la universidad y mi carrera además no era sólo de ir por la mañana sino que tenía las prácticas por la tarde. Pero como entrenábamos muy tarde me permitía no perderme clase a no ser que fuera con la Selección. Me costó mis años pero me acabé licenciando. Estoy contenta porque no sólo hay que crecer a nivel futbolístico sino también personal.

¿Qué le costó más, ser futbolista de élite o bióloga?

No lo había pensado nunca (risas)…, pero imagino que ser bióloga. Pisé la Superliga con 14 años. No lo pensé mucho. Entonces había menos fútbol base femenino y te subían directamente. Me gustaban las ciencias, lo relacionado con el cuerpo humano… Me gustaban cosas y me decanté por la biología. No sé si trabajaré en ello o no, pero esa opción siempre existirá. Y sigo a distancia.

Lleva 18 años jugando al fútbol. ¿Ha visto crecer el deporte femenino?

Sí. La evolución ha sido positiva, enorme. El Barça ha hecho una apuesta que hace que se note más, pero en todos los clubes ha ido cambiando: infraestructuras, nivel de instalaciones. Hasta el fútbol base. Antes había que pegar un salto grande, ahora la evolución es distinta.

¿Qué cree que significa ser una de las capitanas del Barça, qué valores quiere representar?

Al final es una cosa que escoge el equipo. La gente ve tal vez a alguien a quien seguir. Un capitán tiene que dar ejemplo. Yo intento ser yo misma. No es que cuando esté con el chándal piense otra cosa. Hay que dar buena imagen y darlo todo por su camiseta.

¿Cómo vivió la polémica del viaje en turista que hicieron a Portland y que contrastó con el que los chicos hicieron en business?

A nivel interno, para nosotros ha sido una pena porque más que beneficiar nos ha perjudicado. En vez de valorar que por primera vez se hace una gira conjunta, se valoran esas otras cosas. No sé si desde fuera se puede ver así pero nosotras hemos estado encantadas de formar parte de la primera gira conjunta con un primer equipo como es el Barça. Todo tiene que llegar poco a poco como está llegando y esos son los pasos que hay que valorar. Hasta ahora ningún equipo lo ha hecho. Hay incluso equipos de Primera División que no tienen fútbol femenino y la gente le da importancia a lo del viaje. Ellos viajaron en business, sí, pero nosotras viajamos comodísimas y hemos estado encantadas de estar aquí. Dónde hay que firmar para repetir. Espero que ellos estén cómodos con los actos que hacemos y que esta sea el primero de muchos.

Los jugadores de hoy en día no son sólo ya sus entrenamientos. Tienen preparadores físicos personales, psicólogos, especialistas en coaching. ¿Al fútbol femenino también está llegando?

Todas estas ventajas nos las pone el club. Tanto a nivel de nutrición, las pautas de descanso… Ya no son sólo las dos horas de entrenamiento sino que te condiciona un poco la vida diaria. Aunque no cobres unos sueldos estratosféricos como los chicos en Primera tienes que pensar en estas bien. Si quieres que tu rendimiento mejore tienes que llevar tu rendimiento al cien por cien y para eso hay que cuidarse a nivel nutricional, de descanso. Aquí en el Barça tenemos todos los medios para hacerlo.

El Barça ha firmado el mayor patrocinio de la historia del fútbol femenino y eso les está permitiendo fichar grandes jugadoras, pero llevan años sin ganar LaLiga. ¿Es el objetivo del año?

Sí, está claro que es el principal objetivo. Hace un par o tres de años que se nos resiste.

¿Cómo de lejos se ven respecto a equipos como Wolfsburgo, Lyon o PSG?

Las diferencias de hace cinco o seis años se han reducido. No estamos todavía al nivel de equipos como el Olympique pero el año pasado pudimos competir bien. No tuvimos ocasiones pero a nivel defensivo el equipo hizo buen trabajo y no fueron los típicos resultados de 8-0 pero creo que ese es el trabajo. Hay que seguir en esta línea, ir a mejor y recortar la distancia.

¿Fichajes como el de Lieke Mertens significan más a nivel deportivo o mediático?

Esta jugadora ha demostrado lo que vale. Antes de fichar por el Barça ganó una Eurocopa. Es verdad que la temporada es larga y no sólo Lieke sino el resto no pueden mantener una condición del cien por cien pero nos da ese plus que los equipos necesitan. Es determinante y desequilibra.

Uno de los detalles que marcan el crecimiento del fútbol español en los últimos años fue la clasificación para el Mundial. Ahora vuelven. Imagino que espera estar.

Queda un año y dependerá de cómo vaya. Al final el trabajo lo haces en los clubes y si no das el cien por cien en los clubes lo tienes más difícil. Pero queda un año, dependerá de mi trabajo y mi esfuerzo. Mi mentalidad es darlo todo y eso haré, darlo todo para intentar estar. Jamás había pensado estar en un Mundial, lo hice y es una de las experiencias más bonitas que tengo guardadas.

Una curiosidad. Cuando era cría, ¿sus referentes futbolísticos eran masculinos o femeninos?

Nunca he sido de pósters, ni de futbolistas ni de cantantes ni de nada. Pero cuando llegué al Espanyol e iba creciendo y me acercaba a los 14 años, me acuerdo de Raquel Cabezón, mediocentro de aquellos años en el Espanyol. Pero no tengo fanatismo de foto aquí y foto allá. Nunca me he fijado en un jugador sino en lo bueno que tienen. Nunca he tenido un ídolo marcado.

¿Qué se lleva de la gira?

Lo que me llevo es la oportunidad que hemos tenido de compartirla con el primer equipo y disfrutar de todo este ambiente que para mí ha sido nuevo.

La última. ¿Qué prefiere, un laboratorio o el césped?

Eso está claro. Si no, dónde me ve ahora…