Sergio Tejera está llamado a ser uno de los puntales del Oviedo esta temporada. Su llegada obedece a la necesidad de contar con un centrocampista capaz de llevar el peso ofensivo de los azules, uno de los problemas detectados el curso pasado. Tejera está llamado a tomar el mando. “Anquela quiere que controlemos el partido a través del balón. Estamos aprendiendo los movimientos adecuados para sacar el balón desde atrás, pero con este entrenador el trabajo defensivo es innegociable. Es importante ser un equipo sólido”, explica Tejera.
El catalán está conociendo en estas tres primeras semanas de trabajo a Anquela, un técnico del que solo tenía referencias. “Es un entrenador con carácter, ya me habían dicho cómo era. Es encantador, siempre pendiente del grupo, de cómo están los futbolistas. Y a la hora de trabajar es muy exigente, algo que siempre le viene bien a cualquier equipo”, describe. El sistema de 4-3-3 que le da más importancia al centro del campo parece venirle bien al juego del pivote. “Estoy para lo que me pida el entrenador y ayudar a mis compañeros en defensa y en ataque”, añade Tejera.
Mientras Anquela sigue con el trabajo de campo en El Requexón, la actividad no se detiene en los despachos. La dirección deportiva espera la llegada de Ibrahima desde Rumanía en las próximas horas. Será una de las dos incorporaciones previstas para la delantera. Para la otra el pretendido es Joselu, delantero del Granada. El Oviedo ya ha hablado con el futbolista, que parece dispuesto a continuar su carrera en el Tartiere. El problema ahora es el contrato entre el Granada y el futbolista, por los dos próximos años.
