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REAL MADRID | DE PEÑA EN PEÑA

Villa del Prado: la Huerta de Madrid y la plaza de toros ‘Santiago Bernabéu’

La plaza de toros, desde hace unos años, presume de sus flamantes 2.465 butacas de color azul, traídas directamente del estadio blanco.

Villa del Prado: la Huerta de Madrid y la plaza de toros ‘Santiago Bernabéu’

Tradición agrícola. Villa del Prado es un pueblo con 6.337 habitantes censados, ubicado a 64 kilómetros de Madrid en la cuenca del río Alberche. Al estar a sólo 430 metros sobre el nivel del mar está considerado el punto más bajo de la Comunidad de Madrid. Pero si es conocido Villa del Prado es por su elevada producción agrícola, lo que le ha valido el apodo de La Huerta de Madrid. El 48% de su término municipal es superficie labrada, destacando el cultivo de viñedos y de olivos, aparte de las huertas dotadas de alta tecnología y cada vez con mayor presencia de invernaderos para que la producción no descanse en todo el año. Los vinos del pueblo son recomendables por su calidad y sabor. La Patrona del pueblo es la Virgen de la Poveda, lo que hace que entre el 9 y el 13 de septiembre Villa del Prado duplique su población con sus festejos, basados en la tradición taurina alimentada y mantenida por las numerosas peñas organizadas que rinden culto al toro. De hecho, la plaza de toros, coqueta y bien cuidada, desde hace unos años presume orgullosa por sus flamantes 2.465 butacas de color azul, traídas directamente del Santiago Bernabéu en el año 2003 cuando el Real Madrid decidió modernizar sus tribunas. La peña madridista, a través de su presidente Ángel Martín Recio (por entonces era Teniente de Alcalde), supo estar al quite y tras arduas gestiones logró el ok del club. Imaginen el orgullo de los pradeños madridistas cuando van a ver los toros y disfrutan de la faena sentados sobre un trocito de su amado Bernabéu…

La Peña. El origen de esta activa peña, que ya cuenta con 241 socios, data del otoño de 1991. Varios madridistas del pueblo lograron que el ayuntamiento les dejase la sala de reuniones para que allí los domingos pudiesen poner la semilla de lo que ahora es la Peña Pradeña. Fernando Rouco, por entonces responsable de peñas, dio el banderazo de salida un año más tarde. Fueron pasando por varias sedes. Primero el Bar Casablanca, nombre perfecto para los vikingos, luego el bar Te gustará y, por último, el restaurante El Extremeño en el que desde hace años se celebran todos los aniversarios. Ángel Martín quiere hacer una reseña: “Dar las gracias a Samuel Valverde y Julián del Moral, que en los inicios fueron claves para ser lo que somos y que por eso mantienen su condición de Socios de Honor”. Martín, que es bombero, saca pecho orgulloso cuando recuerda cuál es el palmarés deportivo de la peña desde que nació: “Roncero, tenemos siete Champions, dos Intercontinentales, tres Mundiales de Clubes, ocho Ligas, tres Copas del Rey, cuatro Supercopas de Europa y siete Supercopas de España. Y no olvides el porrón de títulos en baloncesto desde que llegó nuestro Pablo Laso”. Es la rica huerta del Real Madrid…