Debut exprés de Piccini contra el Lausanne
El italiano se estrena sin tan siquiera llegar a estar 24 horas con el Valencia en Suiza.
Cristiano Piccini no tiene tiempo que perder. Marcelino tampoco con él. Su adaptación debe producirse por la vía rápida. Le ayuda que sabe el idioma y conoce la Liga. Le falta asimilar los conceptos de Marcelino; y hoy mejor que mañana. A fin de cuentas el italiano llega al Valencia para algo más que subir el nivel competitivo del colectivo. Lo hace para ser titular. Aún así, con Marcelino, tal honor debe ganárselo y en ello está. Un error en un pase que enmendó Murillo y tres subidas de interés. Ese fue su bagaje contra el Lausanne. No está mal teniendo en cuenta que no llevaba ni 24 horas con sus nuevos compañeros.
En general fue un partido tosco; lento y pesado, a imagen de las piernas en pretemporada. En verdad no fue más que un entrenamiento con público. El Valencia hasta convenció al Lausanne para que fueran ellos los que se desplazaran a la casa blanquinegra en Suiza. Empate sin goles y contadas ocasiones. Pero en los movimientos colectivos se ve que hay un equipo que no empieza de cero.
Lo mejor hasta el descanso, la personalidad de Carlos Soler, la solvencia de Daniel Wass y la insistencia (aunque sin fortuna en la definición) de Santi Mina. Ellos y el desparpajo de los más ‘jovenzuelos’ en Crans Montana: Jordi Escobar y Kangin Lee.
Escobar, a sus 16 años, volvió a tener minutos con el primer equipo. Suya fue la mejor ocasión blanquinegra antes del descanso. Su disparo, desde el vértice del área y con esa mala baba para los porteros propia de un ‘killer’, se marchó fuera por un palmo. Kangin Lee, por su parte, cumplió el primero de sus sueños en ‘blanco y negro’.
El coreano, solventados sus asuntos contractuales y renovado hasta 2022, jugó su primer partido con el Valencia. Fueron sus primeros 23’. Un perfecto cambio de juego, un pase al hueco y dos aproximaciones al gol sin fortuna, su carta de presentación.
Por lo demás, el partido solo se animó de verdad cuando Rodrigo y Parejo entraron en acción. Ellos siguen marcando las diferencias en este Valencia, un equipo que como decía Marcelino es reconocible aunque ante el Lausanne le faltara gol. Lo tuvo precisamente el de Coslada, de gran saque de falta. Lo paró Castella, que también privó a Zaza en el rechace de reivindicarse.
