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ATHLETIC

El Athletic se marca una manita en once minutos en Barakaldo

Los gallos se gustaron y manejaron a su antojo el partido. Abrió el marcador Yeray y luego marcaron los cuatro del frente de ataque. Muniain, muy a gusto en la medipunta.

Guruzeta, en acción
Guruzeta, en acciónPAULINO ORIBE

El Athletic se va mañana a De Lutte, la concentración austríaca, creciendo en su juego pero esperando rivales de más empaque para conocer realmente el punto en el que está. Amorebieta y Barakaldo han sido enemigos aún muy tiernos (sin apenas trabajo acumulado y con formaciones por cuajar tras muchos cambios) y se ha notado muchísimo la diferencia de categoría con los dos Segundas B. Berizzo dejó los pesos pesados para la cita de Lasesarre y en 11 minutos los fabriles ni vieron el balón. Cinco goles en tan corto espacio de tiempo, empezando por Yeray en un córner y siguiendo por los cuatro hombres del frente de ataque. Un toreo que contó con una defensa aún muy desajustada y fallos clamorosos en el inicio del juego, como en el 0-5, con un error garrafal del meta Viorel y un efecto secundario del medio Carrera, que aprovechó Munian. En la segunda parte se agrupó más, jugó al contraataque y con un Athletic más pesado de ideas y sin tanta llegada, maquilló algo la imagen.

Iker fue uno de los destacados. Este sistema, con San José de ancla incrustado a veces con los centrales de tal manera que el 4-3-3 se estira como un acordeón y parece un 3-1-4-2 o incluso los jugadores se agrupan en 4-2-3-1, beneficia mucho al pequeño mediapunta navarro, que tiene mucho espacio para recoger el juego, apoyarse y entregar a los tres puntas. Dani García se intercambia con San José y desde atrás tiene visión panorámica para lanzar con su guante pases largos a la carrera de Williams, como en el 0-2. En este baile de posiciones. Iñaki arrancó por la derecha y luego se fue a la otra banda. Definió muy bien a la carrera por ese flaco zurdo, sin pensarlo, como mejor se expresa. Las posiciones, en conclusión, no son fijas, y De Marcos, San José, Guruzeta, Córdoba y unos cuantos más fueron bailando a gusto de su entrenador. Iñaki, por si acaso, ya se ha cogido el dorsal 9 que dejó Sola.

Al Barakaldo le falta un mundo para ser ese aspirante al playoff en Segunda B que proclama. Herrerín en la primera parte apenas vio una aproximación de Larrayoz y una falta tierna que blocó sin problema. Con Berizzo los flancos son importantes. De Marcos estuvo como Capa en Amorebieta: ofreció mil desdoblamientos con Williams y Guruzeta y completó una buena matinal dando pases interiores al espacio, que tan generosamente entregaban los fabriles. Muniain tuvo dos faltas en el pico del área pero las extravió en la barrera. El Barakaldo se entregó quizá demasiado generosamente los primeros 20 minutos y luego notó el esfuerzo. Luego le faltó agresividad, aunque hubo un par de encontronazos y hasta Galán tuvo que dejar su sitio en el minuto 34 por un problema hombro derecho.

En la segunda parte Berizzo puso un once nuevo, como marcaba el guion, y dejó pendientes a Muñoz e Iñigo Vicente, mientras que Larrazabal sacó a seis de los que tenía en el banquillo y dejó a Kepa González para la media hora final. El Barakaldo sí se asomó esta vez al balcón del área rival a la hora de juego, con De Paula como protagonista. La primera con un clásico: pérdida de Iturraspe en una zona comprometida, pero Remiro resolvió en el mano a mano. El ritmo fue decayendo hasta dibujar el clásico partido de pretemporada, con las piernas muy cargadas, sin intensidad y la cabeza sin atinar con el pase correcto. Sabin tuvo dos oportunidades clarísimas pero le sigue faltando agresividad y certezas en el área, bien es cierto que en una de ellas le hizo un paradón Morales. Y Villalibre recibió un pase profundo de Iñigo Vicente en posición dudosa, pero como erró ese fantástico  regalo no hizo falta recurrir al VAR (el auxiliar levantó el banderín). Poco masticable en esos 45 minutos en los que estaba en espíritu Marcelo Bielsa: con su discípulo Berizzo y con una pancarta en una grada lateral.