Marcelino, hasta 2020: la credibilidad del Valencia de Lim
El entrenador asturiano ha devuelto la ilusión entre el valencianismo. Desde Unai, ningún entrenador ha logrado empezar y acabar una segunda temporada.
La renovación de Marcelino, tras mucho hablar de ella, llegó casi de furtivo. A mediodía, preparando las maletas para la estadía en Suiza y pensando en Guedes. Pero la renovación ha llegado. Hasta 2020. Un año más de lo que tenía firmado. Lo suficiente en el actual mundo del fútbol para hablar de continuidad. Sobre Marcelino girará el Valencia en lo deportivo. Sobre él y Mateu Alemany, el director general que apostó por él el curso pasao, con la venía de Peter Lim claro está, y que ha entendido que es el momento de ampliarle el contrato.
Marcelino afronta su segunda temporada en el Valencia. La de su Centenario. Y habrá una tercera para el asturiano. El que firmarán las partes tras la reunión de Anil Murthy y Alemany el pasado lunes en Turín con Peter Lim. Su renovación es sinónimo de proyecto. Ahora que se pelea por Guedes y por otras piezas básicas como un lateral y un delantero... llega la renovación del técnico, que es una razón de peso para los jugadores para decir "sí, quiero" al Valencia.
La ampliación contractual de Marcelino es la confirmación para los futbolistas que están y también para los que aún se piensan firmar por el Valencia de que la cosa va en serio. Su renovación da credibilidad, sus datos y hechos están ahí, algo de lo que careció el Valencia de Lim por (des) gracia de alguno de los antecesores del asturiano. Porque el Valencia ha pasado de ser dos años el 12 en Liga a lograr plaza para la Champions.
Marcelino afronta este verano un reto que en Valencia ningún otro técnico ha logrado desde Unai Emery: empezar y acabar una segunda temporada. Y él ha firmado una tercera. Convencimiento es la palabra. Por Mestalla desde Unai han pasado 11 entrenadores y salvo en el primer año de Nuno y ese resurgir de media temporada con Valverde, ninguno aunó al valencianismo como el equipo de Marcelino, un técnico que debutará este año en Champions y que, aun siendo consciente de los muchos pasos que le quedan por dar a su Valencia, aspira con los pies en la tierra a poder estrenar su palmarés a orillas del Mediterráneo. En Mestalla concretamente.