Umtiti, una renovación providencial

Samuel Umtiti ha sido el embajador triunfador del Barça en el Mundial. Él y Dembélé se han convertido en los jugadores 11 y 12 de la historia del club que son campeones del mundo vistiendo la camiseta azulgrana pero, obviamente, el peso de Big Sam ha sido mucho mayor. Umtiti ha jugado un Mundial de menos a más, ha terminado convertido en líder de la defensa francesa y eso ha cargado de razones la decisión del Barça de acelerar su ampliación de contrato antes de la cita de Rusia.

Pese a que su final de temporada, excepción hecha de una gran final de Copa, fue flojo, especialmente la noche negra de Roma en la que el Barça cayó 4-1 y Dzeko trajo locos a Piqué y el francés, el Barça insistió en cerrar la renovación. En las conversaciones, que se enfriaron hasta el punto de temerse un mal final, fue clave Robert. El anterior secretario técnico fue el gran responsable de un fichaje que se convirtió en su gran éxito en el cargo. Él fue a Lyon a convencerlo de vestir la camiseta del Barça en 2016 y el mismo Robert fue el que le persuadió para que firmase la ampliación de su contrato y desoyese los cantos de sirena de la Premier. Así, Umtiti pasó del famoso “joker”, con el que quiso pasar palabra en un programa de una televisión francesa sobre su futuro y alimentó todo tipo de rumores, al “para que me vaya del Barça me tienen que dar una patada”.

A principios de junio, el Barça cerró el nuevo contrato del francés hasta junio de 2023 con una cláusula anti-jeque: 500 millones de euros. “Así nadie vendrá a por él”, dijo orgulloso Josep Maria Bartomeu el día de su ampliación. Umtiti, que no aparecerá por Barcelona hasta días antes de la Supercopa de España, por lo que no será sencillo que juegue, tendrá competencia el próximo año con el fichaje de Clemet Lenglet. Lejos de inquietarse o sentirse amenazado, felicitó al ex sevillista a través de las redes sociales. Fue Lenglet quien admitió que no habían hablado porque no había querido distorsionar la concentración de la selección francesa.

Umtiti volverá como campeón del mundo y asentado como uno de los mejores defensas del mundo. Sus tres retos la temporada que viene serán volver a la regularidad del primer año, esa que no tuvo en su segunda temporada; convencer a Dembélé, al que se ha visto muy unido en el Mundial, de que puede triunfar en el Barça; y finalmente, ganar la Champions. Después de levantar la Copa en su primer año y el doblete en el segundo, es el gran trofeo que le queda por ganar en el Barça.