La democracia de Rubi

Borrón y cuenta nueva. Así es el Espanyol que Joan Francesc Ferrer, Rubi, comanda desde La Garrotxa. El nuevo entrenador no entiende inicialmente de descartes, o de jugadores con contratos por encima de la política del club, sino que pretende dar oportunidades a todos los integrantes de la plantilla. Lo cual no exime de movimientos, que los habrá, por filosofía y caja fuerte.

Rubi cuenta ahora mismo con 24 jugadores, en los que se incluyen Borja Iglesias como único fichaje, el ya renovado Sergio García y los tres canteranos que adquieren ficha profesional: Gonzalo Ávila ‘Pipa’, Álex López y Javi Puado. Pero también se encuentran en igualdad de condiciones con sus compañeros los que vuelven de cesión: Roberto Jiménez, Hernán Pérez y Álvaro Vázquez. En todos los casos existen posibilidades de que se queden, especialmente el portero, aunque el Fulham lo pretende y puede variar los planes. Únicamente la posición de central, la más nutrida, puede sufrir a priori alguna baja.

En cualquier caso, la plantilla sufrirá variaciones hasta el final del mercado, entre otras cosas, porque la intención de Rubi y del área deportiva es contar con un grupo de 20 ó 21 jugadores, que dé margen a la incorporación eventual de canteranos y a la propia gestión y reparto de minutos de los profesionales. Las bajas, no obstante, no irán determinadas por los ‘prejuicios’ de la anterior etapa, sino en función de la evolución individual y, naturalmente, de ofertas que lleguen.

En ese sentido, no se puede obviar que se ha propuesto rebajar el Espanyol su límite salarial, desde los 60,9 millones que abarcaba el pasado curso hasta los 49 en que fija la masa ahora. Son 12 millones de rebaja que, por ahora, no se cumplen. Necesitará el club ahorrarse aún alrededor de cinco millones en fichas. El verano no ha hecho más que empezar.

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