Rescatados con éxito los 12 niños y el monitor en Tailandia
A falta de confirmación por parte del gobierno tailandés, la CBS asegura que los doce chicos y el entrenador han sido rescatados con éxito.
Tras 17 días de búsqueda, los 12 chicos de un equipo juvenil de fútbol y su entrenador se encuentran fuera de la cueva de Tailandia en la que se vieron atrapados, informó hoy la Marina tailandesa.
Los últimos cinco fueron rescatados hoy en un arriesgado operativo llevado a cabo por buzos durante varias horas. El último en salir fue el entrenador, de 25 años.
"Todo el mundo a salvo", publicó el cuerpo de élite SEAL de la Marina en su página de Facebook. El anuncio fue recibido inmediatamente con aplausos en el centro de prensa de Chiang Rai.
"Misión cumplida", dijo Suthee Sommart, uno de los rescatistas que participó en los trabajos de búsqueda de entradas a la cueva. "Nunca perdí la esperanza. Siempre supe que estarían vivos", añadió. "Esta misión fue muy especial. Hicimos historia".
Para muchos es un milagro que el angustioso episodio haya tenido un final feliz. También los expertos consideraban casi imposible que el equipo lograse salir a salvo de la caverna en la que se encontraba, a cuatro kilómetros de la entrada de la cueva.
Se tardó varias horas en recorrer con cada chico el camino hasta la salida, que en parte estaba inundado. Ninguno de los niños de entre 11 y 16 años tenía experiencia en buceo y fueron ayudados por buzos con cuerdas de arrastre.
El domingo fueron rescatados los primeros cuatro muchachos y el lunes otros cuatro. Según las autoridades se encuentran relativamente bien pero tendrán que permancer al menos una semana hospitalizados.
El último de los operativos de rescate comenzó hoy a las 10:08 hora local (05:08 GMT), tras una noche de intensas lluvias.
El grupo quedó atrapado el 23 de junio en el interior de la cueva Tham Luang-Khun Nam Nang Non, en una región próxima a la frontera con Myanmar. El pasado 2 de julio fue localizados por los equipos de rescate.
Habían ido de excursión a la cueva tras un entrenamiento de fútbol, pero una inundación repentina los sorprendió y quedaron aislados.
Parte de la cueva estuvo totalmente inundada durante días y los buzos profesionales necesitaron entre cinco y seis horas para completar el trayecto. El camino era extremadamente angosto en algunos puntos y apenas se podía ver en el agua.