Los hogares gastarán más energía por culpa del Mudial

El Mundial es un acontecimiento único que se celebra cada cuatro años y eso se ve reflejado en los hábitos que crean los aficionados al fútbol durante el mes que dura el torneo. El consumo de energía es uno de los índices que muestra el gran seguimiento que tiene la Copa del Mundo.

En un estudio elaborado por Selectra, se demuestra la gran importancia de la energía y la dependencia que hay de ella durante el Mundial. Desde a nivel organizativo por parte de la FIFA, hasta a nivel usuario en cada uno de los hogares que se disfruta de la mayor competición a nivel de selecciones. Durante un partido de la Copa del Mundo se puede llegar a consumir hasta 25.000 kWh, la misma que la necesaria para mantener a una docena de hogares durante todo el año. Esto se debe a la estricta normativa de iluminación de la FIFA, los asientos y césped con calefacción con los que cuentan los estadios en Rusia, los marcadores y pantallas publicitarias… Estos dos últimos elementos pueden representar el 40% del uso total de energía durante un encuentro. La retransmisión de los partidos supone el 11% por el uso de satélites, ordenadores y cámaras HD. La potencia de la energía que necesita un estadio es el equivalente al que podría iluminar a una ciudad pequeña o mediana como las de Pamplona, Albacete o Burgos.

Pero, además del gasto energético que requiere una Copa del Mundo a nivel organizativo por parte del país anfitrión, también hay que destacar el de los millones de seguidores que disfrutan la competición desde sus casas. El hecho de haber visto la fase de grupos y los octavos podría conllevar un incremento en la factura de la luz en 39 kWh. Si incluimos lo que resta de competición podría alcanzar los 69 kWh.

Comparando el gasto energético entre un aficionado que ve el fútbol desde su casa o el que lo disfruta desde el estadio, se observa que el más eficiente es el segundo. El aficionado que acude al estadio es hasta un 35% más, según Selectra.