OCTAVOS | CROACIA 1-DINAMARCA 1 (3-2)
Subasic, para la historia: segundo portero que detiene tres penaltis
El guardameta croata y Schmeichel protagonizaron la tanda de penaltis con más paradas en un Mundial (cinco). El danés ya había frenado a Modric en la prórroga.
Un Mundial de emociones fuertes y dos porteros para la historia: Subasic y Schmeichel. Si todo el panorama del fútbol mundial vibró con la decisiva tanda del España-Rusia, la del Croacia-Dinamarca no se iba a quedar atrás.
Con tres penaltis detenidos por cabeza, Subasic y Schmeichel han dado una portentosa exhibición que bien ha merecido llevar a sus selecciones a la gloria. De hecho, el portero croata del Mónaco se ha convertido en el segundo portero de toda la historia en detener tres penas máximas en una tanda de una cita mundialista, después de que lo hiciera Ricardo, con Portugal, en el año 2006.
Según datos de Pedro Martín en Twitter, esta tanda de penaltis ha dejado el mayor número de paradas (cinco) de toda la historia mundialista. Además, Schmeichel se ha convertido en el primer portero que detiene una pena máxima en una prórroga.
Subasic comenzó firme, adivinando la intención de Christian Eriksen. El del Tottenham lo lanzó a su derecha y el portero respondió con una estirada. El segundo danés lo lanzó Kjaer: esta vez, ninguna opción para el cancerbero.
Tampoco tuvo fortuna Subasic en el tercer lanzamiento. Krohn-Dehli le engañó y Dinamarca se puso por delante en la tanda. Sin embargo, al portero croata le llegó su hora. Schöne lanzó a la derecha y el del Mónaco le adivinó las intenciones. Jorgensen tiró el último... y de nuevo el ya héroe local le detuvo el lanzamiento. En esta ocasión, centrado, quizás mal tirado, pero Subasic sacó los pies y Croacia se quedaba a un solo penalti de pasar de ronda.
Cambiando la visión de la situación, Schmeichel afrontaba la tanda con nerviosismo después de salvar minutos antes a su selección. La caída de Rebic dentro del área no hizo dudar a Néstor Pitana. Era el minuto 116 de encuentro y en los pies de Luka Modric estaba el pase de Croacia a cuartos de final. El madridista no estuvo fino en el lanzamiento, pero el guardameta del Leicester le leyó a la perfección las intenciones.
A la hora de la verdad, Schmeichel había respondido, pero aún le quedaba una fatídica tanda con la que lidiar. La presión debió inundar la cabeza del portero, cuando, segundos antes, Subasic había parado la pena máxima a Eriksen. El danés lo sabía: o lo paraba o el nerviosismo ante la necesidad de remontar le podría jugar una mala pasada a los suyos.
Badelj cogió carrerilla, lo lanzó raso y, con los pies, Schmeichel lo detuvo. Parece sencillo e, incluso, se puede achacar suerte bajo estas circunstancias a los porteros, pero el hecho de tener la posición adecuada para sacar el pie y despejar el balón también acarrea su complejidad.
Kramaric convirtió su lanzamiento y Modric, esta vez sí, anotaba el penalti por milímetros. Con Dinamarca contra las cuerdas en el cuarto lanzamiento, Schmeichel volvió a responder. Pivaric disparó a su derecha y el del Leicester lo leyó. 2-2 y un disparo para cada equipo.
A partir de aquí la historia ya se conoce: Jorgensen falló y Rakitic engañó al hasta entonces héroe danés. Croacia en cuartos, dejando por el camino, eso sí, una tanda para el recuerdo.