Centro Español: el rincón de la furia Roja en Moscú

Todos los viernes se reúnen en pleno corazón de Moscú para comer y jugar una partida al tute. En realidad se juntan para no olvidar sus raíces, para recordar de dónde proceden y hacia dónde les llevó la vida. Son los socios del Centro Español, una asociación creada en 1956 y formada por exiliados de la Guerra Civil.

Al finalizar el conflicto, todos los niños españoles refugiados en el extranjero regresaron a España. Sólo Rusia se negó a devolverlos. Como consecuencia, se vieron obligados a quedarse e hicieron su vida allí. Hoy, 62 años después de su creación, esta institución social se mantiene a duras penas.

El esfuerzo de los que aún quedan vivos y especialmente el de sus hijos, los que se hacen llamar “segunda generación”, hace posible por ejemplo pagar una renta muy alta en la calle Rozhdestvenka, cerca de la Plaza Roja y el Kremlin. Adentrarse en el Centro Español es como hacerlo en cualquier asociación de España. Hay cuadros de Cantabria, Extremadura o el País Vasco. Hay detalles relacionados con el flamenco, los toros o el fútbol.

Fútbol. Uno de los socios, ataviado con su bufanda del Athletic, recuerda con nostalgia los tiempos en los que tuvo que dejar su país natal por la guerra, y no duda en apoyarlo en el partido ante Rusia de mañana: “España no puede fallar. Tiene mejor equipo y lo normal es que gane”. Una de las fuentes de financiación del centro son las clases. Se imparten, por ejemplo, cursos de español o flamenco. A los rusos la cultura española les atrae mucho y son numerosos los que la estudian.

Estos días, el salón de actos, bastante amplio, se prepara para ver y disfrutar del Mundial. Toca hablar de fútbol y del partido de la Selección ante Rusia. Su Selección. La que apoyan desde este histórico rincón español en Moscú.