Arévalo: el tostón de oro, Emilio Romero y el césped ‘champions’ del Bernabéu
Los arevalenses presumen de sembrar en sus tierras el césped de especial textura que permite jugar al Madrid en su estadio.
Ilustres. Arévalo es un pueblo de 8.087 habitantes que se encuentra junto a la A-6, a 124 kilómetros de Madrid. La villa presume orgullosa de haber tenido entre sus moradores más insignes a la Reina Isabel La Católica y a San Ignacio de Loyola, que estuvieron en Arévalo en sus años mozos. Pero a los de mi generación le sonará más todavía el nombre al que está dedicada la gran avenida que da entrada al pueblo: Emilio Romero. Natural de Arévalo (1917-2003). Escritor y periodista. Fue director del diario Pueblo y ganó, entre otros, el Premio Nacional de Literatura y el Premio Planeta.
El tostón. Entre Arévalo y Segovia se juega un Madrid-Barça gastronómico. La ciudad del Acueducto presume orgullosa de su cochinillo imperial. Sin embargo, en Arévalo dicen que su tostón asado es mejor. Yo no discuto. Cualquiera de los dos te hacen perder el sentido...
Verde pradera. Desde hace tres años, los arevalenses presumen de sembrar en sus tierras el césped de especial textura (un híbrido que lo hace único) que permite jugar al Madrid en el Bernabéu cada semana sobre una alfombra verde. “La Undécima, la Duodécima y la Tredécima se han alimentado desde el césped de nuestro pueblo. Un orgullo”, nos relata David Pérez, el infatigable presidente de la peña madridista que ha cumplido su séptimo aniversario. Aprovecharon la ocasión para hacer un homenaje a la figura del ‘7’. Ante 124 peñistas se proyectaron vídeos del mítico Juan Gómez (atronó el cántico “Illa, illa, illa, Juanito Maravilla”), así como de Butragueño, Raúl y, cómo no, Cristiano. En la mesa presidencial asentían con gestos de admiración veteranos como Buyo (454 partidos de blanco) o Juan José ‘Sandokán’, que mantiene su carismática barba y melena rubia. También les acompañaba Edwin Congo, un delantero colombiano con una simpatía contagiosa que logró con su fichaje por el Madrid (1999) llenar la portada del As de arriba abajo. El alcalde, Vidal Galicia, se sumó a la fiesta: “Yo no soy futbolero, pero mi hijo se ha hecho muy del Madrid y por un hijo se hace todo...”. El momento más bello del día lo protagonizó la Fundación Juanito Maravilla (enormes Pepe Platas y Segundo Rubio), que recaudó casi 800 euros para ayudar a los niños con discapacidad intelectual. Junto a ellos estaba Alfonso Moreno, un madridista de raza que les ha ayudado de forma decisiva en su labor solidaria. Al final del ágape José Zorrillo, cortador de toros y cantante de flamenco, nos deleitó con el himno de la Décima. Arévalo, puro sentimiento vikingo...
