Arthur, la última carta de un Cury que está en entredicho
El jugador brasileño podría ser anunciado como fichaje esta semana. El agente brasileño ha quedado en falso tras la huída de Neymar y de perder a Vinicius y Rodrygo ante el Madrid.
André Cury, el extraño encargado de la secretaría técnica del Barça en Sudamérica que no tiene exclusividad en su trabajo con el club azulgrana, no vive sus mejores días. Los ‘fichajes preventivos’ de Vinicius Junior (Flamengo) y Rodrygo (Santos), objetivos culés, por el Real Madrid, le dejan en posición de debilidad. Esos dos fiascos se suman al que sufrió en enero de 2017 cuando fue a por Gabriel Jesús y el delantero, entonces en el Palmeiras, le dio calabazas para marcharse al Manchester City. Ahora es estrella y, dicen, uno de los sueños imposibles del Barça.
Esta semana, el Barcelona podría hacer público el fichaje de Arthur, centrocampista del Grémio de Porto Alegre. Este futbolista, que estaba apalabrado para que se incorporara en enero de 2019 adelantará su llegada a este verano mediante el pagfo de tres millones de euros adicionales a los 30 que se pactaron en su día, es la última carta de un André Cury que anda en falso.
También fue difícil de interpretar el papel de Cury en el fichaje de Neymar por el Paris Saint Germain. Cury estuvo en uno de los fines de semana claves en los que el brasileño terminó tomando la decisión de marcharse al PSG. Fue en Ibiza. Cury, a quien unen muchos lazos con Ney, pareció más preocupado de la felicidad del futbolista que de hacer un trabajo que el Barça consideraba fundamental. Su llegada a Estados Unidos en medio de la tormenta de su marcha no solucionó nada. Eso tampoco sumó en su favor.
Es cierto que en los últimos tiempos ha sido pieza importante en los fichajes de Paulinho y Coutinho, pero también tiene puntos negros. Junto a Pep Segura, estuvo detrás del fichaje de Yerry Mina por el club azulgrana. Este invierno participó en la firma de la opción de compra por Arthur que el Barça intenta adelantar ahora. Seguro que Cury colaborará, pero su gran trabajo este verano era conseguir el fichaje de Rodrygo, el futuro Neymar dicen, después de que el Madrid le arrebatase a Vinicius. Sin embargo, sea por la situación de provisionalidad que ha vivido el Barça hasta el adiós de Robert y el impasse hasta la llegada de Abidal o por su mala praxis, se le ha escapado.
Eric Abidal, que termina de aterrizar en la secretaría técnica del Barça y tendrá que ponerse al día de la red de colaboradores y figuras clave que el club tiene repartidos por el mundo y de la que Cury es pieza clave, será el encargado de mantener los poderes del representante brasileño…, o retirárselos.
La ‘asesoría invisible’ de Ariedo Braida
Eric Abidal también tendrá que resolver cuál es el papel de Ariedo Braida, que firmó en febrero de 2015 como asesor por decisión personal de Bartomeu en plena tormenta post-Anoeta cuando Zubizarreta fue fulminado y Puyol renunció. En junio de 2016 renovó su contrato por cinco temporadas. En una reciente entrevista en el Món a RAC-1, Bartomeu definió así su tarea: “Braida trabaja en el club, hace un trabajo internacional muy interesante con los jugadores que vamos mirando. Jóvenes que a partir de los 18 años puedan venir. Él hace una búsqueda de jugadores de 16 a 18 años”.
Por tanto, se trata de un fichaje presidencialista que está bajo el paraguas de Bartomeu y puede que escape a la red de Abidal, pero el francés querrá saber con certeza de primera mano cuáles son las áreas que toca este clásico del fútbol que hizo nombre en el Milán de Berlusconi pero cuyo trabajo en el Barça no está demasiado claro.