La 'doble águila' albanesa de Xhaka y Shaqiri irrita a Putin
La celebración política ante Serbia de los suizos, de origen albano-kosovar, ha sentado mal en Rusia, uno de los grandes aliados de los serbios.
En algún partido del Mundial hasta ahora se había podido escuchar a los hinchas rusos gritar "Kosovo es Serbia", uno de los pocos cánticos políticos que se están produciendo en el torneo. Los rusos se oponen frontalmente a la independencia de Kosovo y Putin es el principal aliado de Serbia, como también lo fue su país durante la Guerra de los Balcanes y lo ha sido posteriormente. Por eso la polémica celebración de Xhaka y Shaqiri en sus goles ante los serbios han retumbando tanto en el país. Ambos hicieron con sus manos el símbolo de la 'doble águila' albanesa, un gesto que ha dado la vuelta al mundo por su fuerte componente político.
Las familias albano-kosovares de Xhaka y Shaqiri son dos de las tantas miles que tuvieron que salir refugiadas durante la Guerra hasta instalarse en Suiza, donde luego han echado raíces. Pese a ello, no ocultan su sentimiento e incluso el hermano de Xhaka es internacional por Albania. En el caso de Granit no porque consideró que es un futbolista de mayor proyección y con Suiza tendría más oportunidades de brillar en grandes torneos, como está ocurriendo también con Shaqiri.
Ver ese gesto en su Mundial y en su territorio ha escocido a los rusos. Especialmente a Putin, que en la ceremonia de inauguración soltó un discurso de más de dos minutos (algo poco habitual en los Mundiales) en el que daba la bienvenida a los visitantes extranjeros y les pedía que vivieran la fiesta en armonía y paz. Todo lo contrario, según ellos, del gesto realizado por los jugadores suizos, una provocación a Serbia y por extensión a Rusia, que habrá que ver qué medidas toma para que estés asunto no vaya a más.