Gareth Southgate despliega todas sus variantes con Inglaterra
La prensa cazó el próximo once en la libreta de Holland, segundo del seleccionador inglés. Rashford y Loftus-Cheek podrían ser titulares.
Una noche en Sochi, Gareth Southgate y su asistente Steve Holland se fueron a cenar después de revisar un par de ciudades deportivas rusas para la selección.
Llevaban varios días juntos, de camino al Europeo Sub-21 en Polonia y a la Copa de Confederaciones, y la conversación se había centrado varias veces en el estilo de la selección. Estaban de acuerdo en cambiarlo pero les faltaba dar forma a la idea. Como explicó The Guardian ayer, las casi cuatro semanas de viaje habían dado para mucho y, como suele ocurrir cuando hay tanto tiempo para reflexionar y no todo es preparar y reaccionar a partidos, la conversación fue lejos.
Filosofía. Dos ideas se repetían: ser valientes, es decir, no tener miedo a jugar a un estilo que no es muy inglés, y las ventajas de jugar con tres atrás. Southgate lo hizo con Terry Venables en 1996, con Gareth y Gary Neville como dos de los tres centrales, y el hoy seleccionador recuerda lo cómodo que se sintió.
Holland lo había puesto en práctica con Antonio Conte en la temporada que el Chelsea ganó la liga, así que controlaba los detalles de un sistema que, cuando funciona bien, es complicado para los rivales. Decidieron probar, por qué no, con el 3-3-2-2 tan poco habitual y repetido ya en los siete últimos partidos.