Amaya no continuará en el Rayo
El defensa terminaba contrato en junio y el club ha comunicado su no continuidad la próxima temporada en Primera. Dice adiós uno de los buques insignia.
Antonio Amaya (Madrid, 31 de mayo de 1983) no volverá a defender la Franja sobre el terreno de juego. El Rayo ha hecho oficial este jueves que el central no continuará, una vez expire su contrato este mes de junio. El capitán había mostrado su deseo de seguir jugando, pero finalmente el club le ha comunicado que no cuenta con él para esta nueva etapa en Primera División.
El defensa llegó a la entidad vallecana siendo un niño, con apenas 8 años, y allí ha desarrollado el grueso de su carrera deportiva. Toda una vida dedicada a la Franja, que le ha hecho encarnar como nadie los valores rayistas. Es más, sólo abandonó el Rayo en tres ocasiones: cuando salió al Sanse en la 2003-04, tras su fichaje por el Wigan durante la 2009-10 y durante su etapa en el Betis de 2011 a 2014.
Amaya ha vestido la Franja en todas las categorías y es el octavo jugador que más partidos oficiales ha disputado (254), por detrás de Cota (445), Míchel (425), Felines (400), Alcázar (346), Uceda (343), Bordons (302) y Anero (280). Además, ha anotado un total de 13 goles, siendo su temporada más prolífera la 2007-08, con dos dianas durante el campeonato (Celta B y Sanse) y una, en el playoff (Zamora).
El zaguero suma 36 encuentros en Primera, 95 en Segunda, 7 de promoción de ascenso a Segunda, 99 en Segunda B y 17, en Copa y ha vivido tres ascensos con la Franja, dos a Primera (2010-11 y 2017-18) y uno a Segunda (2007-08). Pero más allá de números, se trata de uno de los pesos pesados del vestuario. Una pieza clave en los buenos y los malos momentos. Un hombre que emana rayismo por cada poro de su piel.
Su apellido y su familia siempre han estado ligados a este club. Antonio desde niño supo que en Vallecas estaría su sitio, cuando su padre Curro le llevó al torneo social. Pero no sólo él defendió la Franja, su hermano Iván participó en el ascenso a Primera de la 98-99 y su buen papel en la máxima categoría le abrió las puertas del Atlético, convirtiéndose así durante años el traspaso más caro del Rayo (3M€). El hermano mayor de ambos, Gabriel también se enroló en las categorías inferiores, aunque tuvo que dejar el fútbol para trabajar y ayudar en casa. Tampoco hay que olvidar a su primo Yuma, canterano como Antonio, que llegó al primer equipo y participó en los ascensos de la 2007-08 y la 10-11.
Esta decisión de su no continuidad ha sido especialmente difícil para el técnico Míchel y para el director deportivo Cobeño ya que ambos habían jugado con Antonio, con quien además les une una buena amistad. Admiración y cariño que también comparte la afición, la misma que hoy dice adiós a uno de los buques insignia del equipo estos últimos años.