Hay quien ya lo ha olvidado, pero conviene recordarlo. Griezmann fue titular en el primer partido de la pasada Eurocopa y Deschamps lo sustituyó en el minuto 66. Francia, que empataba entonces, ganó 2-1. Al siguiente partido, Griezmann fue suplente contra Albania. Un toque de atención del que aprendió en aquel torneo. El sábado pasado, Deschamps sustituyó a Griezmann en el minuto 69 con 1-1 ante Australia. Francia ganó 2-1. La cábala mandaría de cabeza al banquillo al Principito esta tarde, pero eso no pasará. Aunque, eso sí, en Francia habrá cambios (sigue el partido en directo en As.com). Allí, como en todos los países durante el Mundial, hay millones de seleccionadores. Y a Deschamps le reprochan que haya cambiado el sistema a última hora y haya apostado por el 4-3-3 cuando en la clasificación dibujó un 4-4-2. También se le pide menos exuberancia y más experiencia. Deschamps está dispuesto a recular. Los veteranos Giroud y Matuidi, 31 años, pueden entrar por los jóvenes Tolisso y Dembélé. El barcelonista pareció más práctico que Mbappé en el debut, pero no tiene su estatus.
Perú llega al partido entre la esperanza y el abatimiento. Su fútbol gustó contra Dinamarca, pero nadie sabe hasta qué punto va a pesar el fallo del penalti de Cueva en Saransk. La esperanza de Perú se llama Paolo Guerrero. Líder espiritual de su selección, la decisión del Tribunal Federal de Suiza de suspender su sanción le ha permitido cumplir un sueño. Gareca no va a esperar más y, después de darle media hora el primer día, lo va a poner junto a su otro clásico, Farfán.