GRUPO G | TÚNEZ 1-INGLATERRA 2
Kane evita otra sorpresa
El delantero del Tottenham salva a Inglaterra con un doblete. Sassi igualó de penalti para Túnez y mantuvo el empate hasta el minuto 91.
Mientras Inglaterra se aclara a qué quiere jugar, Harry Kane está disponible para solucionar angustias y dudas. Con un goleador se vive mejor. Los tres puntos le permiten continuar la puesta a punto de su idea novedosa. Southgate propuso una Inglaterra con un solo mediocentro (Henderson) y cuatro por delante suyo con mentalidad de delanteros. Sería la presión del primer partido, la falta de centrocampistas o unos centrales que no se sentían cómodos ante un poco de presión, el caso es que en los primeros minutos se combinó poco y se buscó el área rival cuanto antes. En todo caso, así llegó el primer tanto del encuentro: un avance inglés acabó en saque de esquina que Túnez no supo defender; el balón acabó en pies de Kane para su primer gol de este Mundial. Llegó el gol antes que el juego.
A los pocos minutos se produjo un accidente que dictamina de qué están hechos los equipos. Walker defendió con los brazos abiertos un centro lateral y Ben Youssef cayó como si el codo le hubiera noqueado. El penalti (raro, insuficiente, pero pitado, con un rezo previo y un beso al suelo posterior del que lo convirtió, Ferjani Sassi) sirvió para descubrir que Inglaterra tiene pocas ideas, pero suficiente personalidad para sobreponerse a los golpes.
Una nota sobre el VAR. En dos saques de esquina Kane fue sujetado en el área, jugadas claras y obvias. Pero obviadas también por los árbitros no se sabe bien por qué. Y otra sobre Volgogrado: no vayan de vacaciones en junio, se lo comerán los insectos que ayer acompañaron a los futbolistas en el campo.
Poco cambió desde el empate a uno. Túnez no llegaba al área de Pickford mientras que las oportunidades, algunas claras y otras clarísimas, se producían en campo contrario. Dentro del área, Dele Alli tuvo la primera y Lingard chutó mal en dos ocasiones y en una tercera su lanzamiento golpeó el poste.
En una segunda parte en la que Túnez arriesgó todavía menos, los jóvenes leones seguían mezclando la idea general con el instinto: Inglaterra tardó 53 minutos para hacer su primera jugada sacando el balón desde atrás. No se cambia en dos días. En todo caso, los de Southgate pasaron la segunda mitad alrededor del área tunecina que no defendía con orden, sino con mucha gente muy retrasada. Sin ideas, se necesitaba un golpe de genio. Y Kane, por segunda vez, apareció en el segundo palo para conseguir tres sufridos puntos.
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