El Hadary, Suárez y Salah acaparan el atractivo duelo entre Uruguay, con su plan renove, y Egipto, que regresa a un Mundial 28 años después (sigue el partido en directo en As.com). Ellos acumulan más motivos que el resto para estar ansiosos con el debut. Sobre todo el legendario portero de Egipto. Podría debutar en una fase final con 45 años y cinco meses, pasando a ser el jugador con más edad en disputar un Mundial al superar en 29 meses a otro guardameta de época, Mondragón, que ya se paseó por Brasil con 43 primaveras. La titularidad ahora de otro abuelo (tiene cinco hijos), pese a no estar asegurada, sería un homenaje a la perseverancia. Mientras otros exfutbolistas de su edad readaptan su competitividad en las pistas de pádel, él desafía a cualquier ley de la naturaleza: debutó en Primera en 1993 cuando, por ejemplo, rivales como Giménez ni habían nacido, y volvió a la élite tras anunciar su retiro en 2013. Suma 158 internacionalidades.
Suárez estará igual o más agitado que él. Se perdió lo que quedaba de Mundial en 2014 por aquel mordisco a Chiellini. Después, no disputó la Copa de América 2015 al arrastrar aún su sanción. Y tampoco participó en la del Centenario (2016), al reservarse en la primera fase, por una lesión que arrastraba del Barça, de cara a unos cruces que inesperadamente nunca llegaron. Hoy regresa a una cita mundial. Salah, por su parte, también andará cogiendo impulso como un toro en pleno cumpleaños. El faraón tuvo que abandonar en la última final de Champions llorando, cuando el mundo le examinaba, al quebrar su hombro tras una embestida de Ramos. Esta tarde recuperará el foco perdido.
El partido no sólo pasará por ellos. Uruguay se presenta con muchos complementos nuevos a los pilares de siempre (Godín, Cavani...). Vecino es la más prometedora de las novedades, ya que viene a darle otro aire a un centro del campo que vivía del conflicto sin talento. Egipto contraatacará con Elneny o a Sobhi, dos maestros. Y habrá que estar atentos a los banquillos. Cúper y Tabárez, a orillas de la jubilación, son dos entrenadores que también conservan intacta el hambre. Lo vintage, hoy más que nunca, está de moda.