NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

REAL ZARAGOZA

Natxo: "Gracias a Dios estoy viviendo uno de mis sueños"

El técnico se siente un privilegiado por sentarse mañana en el banquillo de La Romareda y avisa: "Es la final y no podemos pensar en que después hay dos partidos más".

Actualizado a
Natxo González en el Zaragoza.
Alfonso ReyesDIARIO AS

— ¿Primera final de la temporada?

— Sí, ya llegan las finales. O sigues o te quedas, por tanto sí que es una final.

— Borja Iglesias tiene molestias en el cuádriceps. ¿Cómo llega a este partido?

— Incluso mejor que al partido de ida. Tiene una pequeña sobrecarga, pero sin importancia. Aparentemente está bien. Vamos a esperar a mañana porque han pasado muy poquitas horas, pero todo hace prever que estará al 100%.

— Si se clasifican para la final del playoff serán cuatro partidos en once días. ¿Se plantea dar algún descanso?

— Mañana es la final y no podemos pensar en que después hay dos partidos más. Mal estaríamos. Vamos a poner lo que creamos que está mejor sin pensar más allá.

— En relación con el aspecto físico, ¿cómo ha ido la recuperación de los jugadores después del esfuerzo del partido de ida?

— Bien, pero aún no han pasado ni 48 horas y hay que esperar a la sesión de mañana. No hay ningún caso que pueda preocupar en exceso. Sí que hay sobrecargas, golpes y molestias, pero como no puede ser de otra manera a estas alturas de temporada.

— Hoy se ha visto un entrenamiento algo distendido. ¿Los jugadores son conscientes de lo que hay en juego?

— Estamos a noventa minutos de poder afrontar una final para subir a Primera; como para no estar responsabilizados. Creo que estos días, cuando hay tan poco espacio entre partido y partido, lo importante es la recuperación y además liberar las cabezas de lo táctico, del balón parado… En estos momentos hay que dar cuatro detalles importantes y muy concretos, pero liberarles. Ellos ya están viviendo el partido y de alguna forma no puedo someterles ahora a una excesiva atención en muchas cosas. El trabajo está hecho y aunque se pueden introducir ciertos matices, hay que desahogarles un poquito mentalmente porque insisto en que ya están viviendo el partido y por mucho que yo les diga no me van a hacer caso. Así que es mejor que disfruten.

— ¿Cómo ve al equipo de cara a este partido?

— Conseguimos un resultado que no era todo lo bueno que hubiéramos querido, pero es un resultado aceptable, metiendo un gol fuera de casa y con un empate. Es de sentido común saber que volvemos a casa, con nuestra gente, pero también creo que en Soria fuimos inteligentes y maduros y ahora tenemos que volver a ser inteligentes y maduros.

— Lo que no hay que hacer en ningún caso es mirar al marcador obtenido en la ida, ¿verdad?

— En la ida avanzábamos que había que jugar como si no hubiera un segundo partido y ahora debemos afrontarlo de la misma manera. Únicamente debemos centrarnos en eso, después, a medida que pasen los minutos, ya veremos en qué situación estamos, pero la idea es esa.

— ¿En lo futbolístico qué partido espera?

— Sé lo que espero por nuestra parte, pero del rival no sé. Pueden venir muy arriba o esperar para encontrar alguna opción de contraataque. Puede que tengamos alguna sorpresa o puede que ellos hayan trabajado alguna variante, que seguro que lo han hecho. Saben que tienen que marcar para tener opciones y la cuestión es cómo van a intentar provocar eso. Por tanto, tenemos que estar preparados para cualquier escenario.

— ¿Considera que si su equipo hace lo que sabe hacer tiene muchos números de plantarse en la final?

— Hay un rival enfrente que seguro que nos va a generar problemas. Si seguimos en la línea que hemos estado, tenemos muchas posibilidades, pero no tiene nada que ver lo que hemos hecho en Liga con estos momentos.

— Como es normal, hay cierto clima de euforia en la ciudad. ¿Cree que eso puede perjudicar?

— Tenemos que ser maduros e inteligentes y dentro de estos dos conceptos está saber actuar como local, al igual que lo supimos hacer como visitantes. Vamos a estar arropados y vamos a tener el empuje de nuestra gente, pero eso también hay que saber gestionarlo y administrarlo.

— Quedan menos de 800 entradas a la venta y ya no quedan palabras para describir lo de esta afición, ¿verdad?

— Es la magnitud de este club, de esta ciudad y de esta afición. Gracias a Dios estoy viviendo uno de mis sueños, que es ver La Romareda casi llena y espero que mañana llena. Hay que vivirlo porque esto no es muy habitual.

— Usted ya había vivido algún que otro playoff, aunque éste es el primero que es de Segunda a Primera. ¿Es especial por todo lo que genera?

— Sí. También he vivido uno en mi tierra, con Mendizorroza lleno y jugándote un ascenso que en esos momentos era muy importante porque el club estaba también en una situación delicada. Por suerte pude vivir un gran momento que siempre llevaré dentro y lo que estoy viviendo aquí va un poco acorde con la historia de este club y de esta afición. Soy un privilegiado por poder sentarme en este banquillo mañana en La Romareda.

— ¿No le parece injusto jugarse todo el trabajo de una temporada en once días?

— Hombre, yo este año hubiera puesto que subieran directo los tres primeros, pero mi petición llegó tarde. Es cierto que el que se quede será injusto y todos sabemos lo que ello conlleva, pero en ningún caso quitaré valor a lo que ha hecho este equipo, siendo el tercer mejor equipo de la categoría. Eso no me lo quitará nadie pase lo que pase.

— En los últimos partidos se está viendo a Febas en una posición algo más retrasada y parece que ahí se siente más cómodo. ¿Usted también lo ve así?

— Desde el principio dijo que era su posición idónea. Sabíamos que es una posibilidad más y ante la baja de Guti, nos tiene que apoyar un poquito en esas posiciones.

— La principal novedad en el once en el partido de ida fue la presencia de Grippo en el centro de la zaga. ¿Va a repetir?

— Sabéis que no lo voy a decir y menos ahora, que no hay que dar pistas. Siempre trato de tener alguna sorpresa para sorprenderos y no tendría gracia.