El filial del Barcelona, tres años desnaturalizado
Hizo 34 fichajes, sólo seguirán Cuenca y Cardona. EI pasado 17 abril, el Barça alineó por primera vez en 16 años un once sin canteranos.
EI pasado 17 abril, el Barça alineó por primera vez en 16 años un once sin canteranos. Valga aquella foto que protagonizaron Ter Stegen; Semedo, Mina, Vermaelen, Digne; Denis, André Gomes; Dembélé, Alcácer y Coutinho para advertir de los peligros de la desnaturalización de un filial que ha dejado de alimentar de canteranos a la primera plantilla. Con las marchas de Iniesta y Aleix, el Barça adelgazará aún más su nómina: Piqué, Alba, Busquets, Messi y Sergi Roberto. El de Reus es el último caso de jugador de la base que se estableció en el primer equipo y debutó en 2011... Por detrás, sólo llega Aleñá y, un poco más atrás, Abel Ruiz (subcampeón del mundo Sub-17) y Riqui Puig.
El Barça pretende ampararse en la sanción FIFA que mantuvo en parálisis al fútbol base durante dos años, pero este corte de suministro tiene también mucho que ver con la política errática de su filial: ha realizado 34 fichajes en las tres últimas temporadas de los que, atención, sólo dos seguirán la próxima temporada: el central Jorge Cuenca y Marc Cardona. La supuesta hora de ruta del club era volver a Segunda y consolidar al equipo. Pero el pragmatismo no ha funcionado y detrás del ascenso no había nada. Tampoco entrenador. La apuesta por Gerard fue forzada por el ascenso de 2017 pero fue fulminado. Nunca se creyó en él.
El presupuesto desorbitado, 47 millones de euros, tuvo más que ver con los elevados sueldos que con la inversión en fichajes (6,01). El equipo campeón de la Youth League apenas ha tenido presencia en el filial a excepción de Abel y Carles Pérez. Además, uno de los grandes talentos que asomaban, el zurdo Sergi Gómez, se marchó al Borussia Dortmund. Nadie del organigrama viajó a ver descender al filial a Albacete. Pep Segura está en la línea de fuego.
