El histórico Poli Almería regresa a categoría nacional
El conjunto almeriense, que militó en Segunda B y jugó una ronda de Copa ante el Barcelona de Van Gaal, asciende a Tercera División 18 años después. Tercera División: playoff de ascenso a Segunda B en directo
La historia le debía una al Poli Almería, mezcla de historia -valga la redundancia- y modestía. El conjunto rojiblanco vuelve a categoría nacional 18 años después tras empezar desde abajo. Aunque el objetivo inicial era la permanencia en la División de Honor andaluza, empezó como un cohete (16 duelos consecutivos sin perder) y no se movió de la parte alta de la tabla en toda la temporada. En la última jornada se hizo con la tercera plaza, que le daba la posibilidad de ascender, en el caso de que un equipo del grupo IX de Tercera División subiese a Segunda B, hecho que se produjo ayer tras empatar el Atlético Malagueño a uno en Yecla (0-0 en la ida).
Club de accionariado popular, ha logrado el ascenso con su idiosincrasia de siempre: humildad y gente de la tierra. Con alfileres a la hora de hacer las cuentas, los jugadores no cobran, incluso el club tiene que pagar para jugar en el Estadio de la Juventud.
De ahí que el ascenso haya supuesto una alegría enorme para todo el club. "Hemos conseguido algo histórico porque, a pesar de tener una historia dentro de la ciudad, volvimos hace apenas seis años. Lo que hemos logrado es para valorarlo detenidamente porque hay mucha dedicación de gente que empezamos al principio. Es un momento súper alegre para todos", explica el entrenador, Jorge Garcés.
Después de que el Atlético Malagueño consiguiese el ascenso en Yecla, es hora de asimilarlo. Aunque el Poli estuviese desde la quinta jornada hasta la trigésimo primera entre los tres primeros, en la antepenúltima fecha se dejó empatar un 2-0 con el Alhaurino, tercer clasificado, por lo que los almerienses no le quitaron el puesto. En la última jornada, la pasada semana, los rojiblancos aprovecharon el pinchazo del cuadro malagueño para regresar al tercer escalafón, que daba la posibilidad de soñar siempre que ascendiese un equipo del grupo IX a Segunda B, algo que se confirmó ayer tras el resultado del Atlético Malagueño. De hecho, jugadores y directivos almerienses quedaron en una cafetería para ver el encuentro entre el Yeclano y el filial malagueño (1-1). De ahí que la alegría fuese mayúscula, puesto que hace tres semanas se necesitaba recuperar la tercera posición y ese ascenso de alguna escuadra del grupo IX, combinación nada sencilla.
"Ahora nos toca seguir trabajando para intentar acercarnos a equipos prácticamente profesionales como el Jaén, Motril o Mancha Real. La clave ha sido la unión entre afición, socios, directiva, cuerpo técnico y jugadores", apunta Jorge Garcés. El capitán del Poli, Dani Albacete tiene, por su parte, palabras de agradecimiento para la hinchada. "Teníamos responsabilidad por todo lo que nos ha dado la afición. Había que devolverle eso. No es normal tener tantos seguidores en esta categoría. Al principio el objetivo era la permanencia, pero llegados al tramo final arriba, teníamos que conseguir el ascenso. Lo difícil viene ahora", asevera.
En la misma línea que Garcés y Albacete se muestra el presidente, Joaquín García. "Para nosotros es un orgullo trabajar para la afición. La clave del éxito es nuestra gente. Una de las cosas más importantes es el sentimiento que se transmite del club al aficionado y de éste club. Es recíproco. Al final es una familia y nos comportamos como tal", dice. "Tercera es un reto. Estamos preparados, lo afrontamos con mucho orgullo y respeto. Trabajaremos muy duro para seguir dándole alegrías a nuestra gente", finaliza.
El club se creó en 1983 y en el ejercicio 86-87 ya había llegado a Segunda División B desde las categorías más bajas del fútbol provincial. Disfrutó del bronce tres temporadas consecutivas, antes de pasar cinco campañas por Tercera, regresando a Segunda División B en la 94-95, donde estuvo siete campañas consecutivas en el mítico Juan Rojas con jugadores de la tierra, lo que despertaba la pasión y comunión entre hinchada y plantilla.
En el ejercicio 98-99 logró la cuarta plaza en el grupo IV de la categoría de bronce con Francisco (actual entrenador del Lugo) en sus filas. En la promoción de ascenso le tocó el Real Madrid B, el Levante y el Bermeo y no logró subir a Segunda. El siguiente curso se quedó a un solo punto de promocionar para la plata, aunque ese año lo destacado fue el enfrentamiento en la segunda ronda de la Copa del Rey ante el Barcelona de Van Gaal.
Puyol, Rivaldo, Figo y Xavi, entre otros, desfilaron entre otros por un Juan Rojas lleno hasta la bandera. El Poli sorprendió y empató a cero. En la vuelta el Barça sufrió hasta la final, puesto que Xavi, en el 88', y Rivaldo, dos minutos después, evitaron la prórroga. De rozar la gloria a caer al abismo. Una temporada después se retiró de la competición a falta de dos jornadas de la primera vuelta.
El club regresó en 2003 desde la división más baja del fútbol almeriense. Estuvo cuatro campañas compitiendo y volvió a desaparecer del mapa hasta que en la 12-13 sacó un nuevo proyecto con la ilusión de gente joven. En apenas seis años ha logrado dos ascensos y se planta en Tercera División a pesar de que hace doce meses, cuando luchaba por no descender de División de Honor, nadie se podía imaginar esta gesta. Una gesta de un club histórico. Pero siempre modesto.