El Liverpool, un modelo deportivo eficiente
De 2014 a 2018 tienen un saldo negativo de 22 millones de euros en operaciones pero son la quinta marca mundial. ¿Cómo funciona su dirección deportiva?
De junio de 2014 a la actualidad, el Liverpool es el tercer club de la Premier con un saldo menos negativo en movimientos del mercado y, en cambio, se ha convertido en la quinta marca futbolística del mundo, por detrás de Barcelona, Real Madrid, Manchester United y Bayern de Munich, escalando seis puestos el último año. En este periodo, el Liverpool se ha gastado 18 millones de libras (22 millones de euros), lo que equivale a la resta entre los ingresos en ventas y los gastos en refuerzos. Para entender la magnitud de su modelo hay que compararlo con sus competidores: el saldo del United es 496 millones de libras en negativo, el City, 417 y el Arsenal, 166.
En 2010, la Fenway Sports Group, propietarios de los Boston Red Sox de béisbol, compraron al club y le rescataron de una bancarrota financiera. Su sólida estructura deportiva es la que le ha ayudado a congeniar la eficiencia económica con el rendimiento en el césped. El director deportivo es Michael Edwards, un joven talento del análisis de partidos que ha hecho carrera en Southampton y Tottenham hasta que aterrizó en el Liverpool en 2009. Su buena relación con Jurgen Kloop, fichado en 2015, le hizo convertirse en el mandamás de un área deportiva que disecciona minuciosamente el talento y que apuntala posiciones antes de lanzarse al mercado a fichar futbolistas que puedan representar más una oportunidad que una necesidad.
Por debajo de Edwards hay un director de Scouting, que está acompañado por un secretario técnico jefe y un coordinador de scouts, repartidos por áreas geográficas. En España y en Portugal el responsable es Kiko Espinar, vinculado durante casi una década a la secretaría técnica del Espanyol, y quien se encarga de hacer informes de jugadores jóvenes y profesionales de ambos países, así como de iniciar las reuniones a nivel contractual con los agentes. El trabajo de los scouts es clave a la hora de tomar las decisiones. Un ejemplo es Salah. Kloop tenía dudas, pero la insistencia del departamento de scouting le convenció de su contratación el pasado verano.
Pero el modelo del Liverpool no se basa principalmente en lo que viene de fuera, sino en la cantera, que también se encuentra en plena remodelación. Las viejas instalaciones de Melwood, una de las primeras academias de Inglaterra, se ha quedado pequeña, por lo que el club inicia este verano unas obras en la localidad de Kirkby para construir un amplio complejo deportivo para su fútbol base, por un valor de 60 millones de euros. Allí también se entrenará el primer equipo. Un proyecto de 360 grados que aúna el éxito deportivo al menor gasto.