Griezmann pidió ser cambiado ante los pitos de la afición
Sorprendieron al francés, baluarte imprescindible para el que Atlético conquistara la Europa League, y que había decidido quedarse en el club rojiblanco y no irse al Barça.
Antoine Griezmann pidió ser cambiado el domingo, en el Atlético-Eibar, después de que la afición le pitara. Al francés le sorprendió esa reacción de un sector de la grada, que le pitó. Ya antes, cuando había salido a calentar en la banda con Godín y con Costa no había recibido ningún cántico de cariño por parte de la afición. Los demás sí. Un Griezmann, por cierto, que fue clave para que esa grada pidiera entonar ese cántico: "Campeones, campeones, oe, oe, oe". Marcó los dos primeros goles del Atlético al Olimpique de Marsella en la final.
Los pitos afectaron tanto al francés que, incluso, lloró cuando volvió a escuchar esos pitos. Si siguió fue porque Simeone ya había efectuado los tres cambios. Si no, Griezmann no habría terminado el partido sobre el campo. El francés había comunicado horas antes al Atlético que se quedaba en el Atlético. Los esfuerzos del club rojiblanco habían obtenido su resultado por mucho que, desde el Barcelona, también tiraran del brazo del francés en aquella dirección. Pero ahora los pitos pueden haberlo cambiado todo.
Griezmann es un futbolista que necesita ser feliz y sentirse querido para desarrollar su mejor fútbol, de ahí que esos pitos le afectaran tanto. Hacía dos días en Neptuno había sido todo lo contrario. 50.000 personas coreando a la vez un deseo. "Qué-da-te". Los pitos podrían alejarle de esa decisión que ya tenía tomada.