La Real B domina, pero no sentencia a un Fuenla inconstante

Era la mañana del reseteo. Se tomaba el Fuenlabrada este playoff de ascenso como una etapa diferente. Olvidar el pasado para soñar con el futuro. Pero la vida nueva de los azulones mostró los problemas de siempre. Problemas de fútbol. Le cuesta generar en su sala de máquinas. Contra la Real B se repitió la tendencia hasta sentirse dominado por un filial txuri-urdin que no sentenció en la ida de esta primera ronda por falta de pegada. 

Eso, pegada, fue lo único positivo que mostró el equipo de Eloy. Le ayudaron sus balas vertiginosas. Hugo Fraile fue una. Dioni, la otra. No hubo más pólvora esta vez en los locales. Y eso que Eloy salió con la novedad de usar dos delanteros, pero la presencia de Arraubarrena no aportó más mordiente. Al contrario: restó presencia a la medular, el espacio en el que controló la Real con Capilla como peligro constante, aunque inocuo en las cercanías del área. 

Sólo tuvo una. En el 16’ se marchó de Juanma dentro de la zona de castigo. Acabó en el suelo reclamando penalti. Zulaika, el entrenador de la Real, estalló y terminó expulsado por protestar agarrándose sus partes. Tras un primer tiempo soso, la segunda estuvo algo más movida. 

Hubo dos claras. La primera fue de Sola en el 63’. Cristobal sacó bajo palos. La otra la fue de Hugo Fraile en el 83’. Su latigazo lo despejó felino Zubiaurre en los minutos en los que los cambios azulones mejoraron la cara madrileña ayudados también por la no expulsión de Randy. La mereció el mediocentro con sus faltas reiteradas. El empate a cero deja la eliminatoria en el aire.