El Nápoles cierra con 91 puntos y dice adiós a Pepe Reina
Ningún equipo en la historia de la Serie A ha alcanzado esta cifra sin llevarse un scudetto. El Crotone cae y desciende a la Serie B.
El 20 de mayo era el día que los napolitanos llevaron un año entero soñando. Tenía que ser el del tercer scudetto, esperado 28 años, pero el desenlace del campeonato fue el de siempre, con los de bianconero celebrando y los demás, a mirar. No fueron suficientes ni 91 puntos, los que sumaron los napolitanos batiendo al Crotone esta tarde: en la historia de la Serie A, ningún equipo ha alcanzado esta cifra sin llevarse el título.
Sin embargo, nadie en Nápoles quiso perderse la despedida a un equipo que ha sido capaz de emocionar a un pueblo entero, a pesar de no haber ganado nada. El trabajo de Sarri en los últimos tres años ha puesto a los partenopei a la altura de la Juve con un tercio de su presupuesto, gracias a un juego admirado por toda Europa. El estadio empujó al equipo desde el primer minuto, y el once sureño respondió tumbando a un Crotone que se jugaba la permanencia, pero que pudo hacer poco y acabó en la Serie B junto con Verona y Benevento. Milik, con un testarazo, y Callejón (décimo gol de su campeonato) marcaron los tantos del triunfo, en un partido con poca historia.
No se sabe si Sarri seguirá (al parecer, no: le podría llamar el Chelsea) mientras que Christian Maggio, en azzurro desde 2008, y Pepe Reina le dijeron adiós a los tifosi partenopei. El español, que ha llegado en 2013 gracias a Benítez y regresó en 2015 tras una temporada en el Bayern, deja una ciudad que le ha adoptado con amor y que le ovacionó a pesar de su futuro en el Milán. Lo hizo entre lágrimas: como él mismo dijo tantas veces, "el que conoce a Nápoles llora dos veces, cuando llega y cuando se va".
Con estos abrazos y los aplausos de los tifosi (mientras los del Crotone coreaban: "Volveremos a la Serie A") se acabó la temporada azzurra, cuya cumbre fue la victoria en Turín del 22 abril. Ahí "el sueño en el corazón" que cantaban en Fuorigrotta parecía más alcanzable que nunca. No se cumplió, pero la ilusión de aquellos días, en Nápoles, nadie la olvidará. Que le quiten lo 'bailao'.