La temporada se acaba. Con perspectiva, este final es una minucia. Al Leganés se le acaba otra cosa mucho más grande. Una era. La mejor de su historia. La que comenzó un mes de agosto de 2013 contra el Real Unión de Irún en Segunda B y que hoy, ante el Betis en Primera, pone punto y seguido. Vale que los blanquiazules continuarán en la élite, pero ya nada será como antes. Garitanoy Mantovani, entrenador y capitán de un sueño que parecía imposible en aquel verano ya lejano, se marchan. El vacío que dejan es colosal. También su legado. El ‘Garitanismo’ que ha predicado el técnico y ejemplarizado su futbolista ha tallado la esencia del Lega hasta no saber dónde empieza uno y termina la otra. Es la filosofía de un éxito que marca el futuro, pero que desde mañana será ya pasado.
Butarque se llenará para rendirles tributo. Eso sí, la fiesta comenzará algo torcida. Mantovani no saldrá de inicio por problemas en un gemelo que retrasarán su 167ª intervención pepinera a los últimos minutos del encuentro. A cambio, Serantes, otro de los héroes del ascenso a Primera, sí será titular después de haber disputado su último partido el 26 de noviembre de 2016. Entonces en Cornellá se destrozó la rodilla. Hoy, año y medio después, recuperará la sonrisa de sentirse de nuevo jugador de Primera. Garitano lo confirmó en un once que recitó a completo y que mezclará titulares y suplentes. Como su rival, un Betis que no viaja a Madrid sólo para participar en la fiesta blanquiazul (sigue el partido en directo en As.com).
Reto. Tras atar su presencia en la Europa, los de Setién(que ayer se deshizo en elogios a Garitano) amenaza con aguar la jarana local buscando un triunfo que aseguraría su quinta plaza y, de paso, los seis millones de premio que otorga LaLiga por esta posición. En el caso de los andaluces también habrá espacio para los tributos. Rubén Castro, que apunta a despedida, podría ser de la partida con el récord de Poli Rincón a tiro. Le falta un gol para igualarlo.