La Junta de Rubiales: Subies, mujeres y la duda con imputados
Subies, mano derecha de Luis Rubiales será el presidente de la Catalana y a Sánchez Arminio le quedan horas al frente de los árbitros.
Rubiales ya está dando forma a una Junta que tenía diseñada en papel desde hace semanas y que anunciará antes del Mundial tras reunirse con sus miembros en la Federación. En ella, el presidente de la Territorial Catalana, Andreu Subies, será su hombre fuerte. En principio apuntaba a vicepresidente económico. Sin embargo, Rubiales quiere premiar su fidelidad y traerlo a Madrid con un cargo aún mejor después de haber tenido problemas en el último año en Cataluña. Sobre todo quiere que su remuneración vaya acorde con su preparación. Hay confidenciales que han señalado que podría cobrar más de cien mil euros. Lo que sí está claro es que para tener un salario de alta dirección deberá desempeñar las funciones de director general o similar, para dejar las vicepresidencias a otros que no cobren.
Villar solía tener en ese escalón como vicepresidentes a un miembro de LaLiga (era Astiazarán), uno económico (fue Padrón) y a un responsable del fútbol modesto (fue el presidente de la Valenciana y ahora lo era el de Castilla-La Mancha). Rubiales igual cambia este organigrama porque ninguna norma le ata. En lo que sí está empeñado es en que las mujeres tengan cabida: al menos una estará en un cargo importante. También confía en el presidente de la Murciana, Monge Carrillo. Sin embargo, este directivo, como otros cinco barones que le han apoyado en esta candidatura, dimitieron hace meses aconsejados por los abogados al estar investigados por el Caso Soule. De ahí que Rubiales dude si dejarlos en segundo plano para evitar problemas en este año y medio de mandato o agradecerles la lealtad y respaldarles porque no han sido condenados.
En su Junta tienen asegurada su presencia representantes de las 19 Territoriales, el presidente de AFE (Aganzo) el director del Comité de Entrenadores (Caturla) y el de Árbitros, que no será Sánchez Arminio. Ayer, varios medios ya lo daban por destituido, pero al estar en Santander aún no es oficial: no se ha producido la reunión en la que dimitirá o le destituirán. Otra duda es si Rubiales logrará convencer al Madrid, con el que tiene buena relación, para que regrese a una Junta sin Villar.