Era un absoluto desconocido cuando hace un año el Celta anunció su fichaje. Las primeras imágenes que circularon de Maxi Gómez por Vigo generaron cierto desconcierto. El club olívico había pagado 4 millones de euros por un ariete que aparentaba estar un poco fuera de forma. Le sobraba más de un kilo, pero desde que aterrizó en LaLiga lo único que no ha parado de engordar ha sido su valor en el mercado.
A base de goles, este diamante en bruto que Felipe Miñambres descubrió en el Defensor Sporting uruguayo, se ha convertido en una de las grandes revelaciones de la temporada. Suma quince dianas y está a solo un tanto de igualar el registro que su ídolo Luis Suárez rubricó en su primera campaña como culé.
El fútbol chino lo tentó en enero y el Beijing Guoan le ofreció multiplicar su sueldo por diez. Sin embargo, optó por seguir creciendo al lado de Aspas y puliendo su físico. Su sueño de jugar el Mundial no tiene precio. Llegará a Rusia como recambio de Suárez y pesando siete kilos menos que cuando se incorporó al Celta.
