1x1 del Barça: penúltima lección del maestro Iniesta
Dulcísimo su balón a Digne en la jugada del 2-0 y su asistencia a Messi en el 3-0. Dembélé, contagiado por el ambiente festivo del partido, también destacó.
Valverde organizó el once alrededor de Messi, que sin Luis Suárez volvió a su vieja posición de falso nueve en la que también respondió a satisfacción. Semedo y Digne ocuparon los laterales y Vermaelen entró por Umtiti. Paulinho cerró el medio con Busquets. Iniesta, delicioso y Coutinho y Dembélé, incisivos. Cillessen cumplió. Este fue el uno por uno del Barça.
Cillessen. Gran nivel. Demostró ser un suplente de garantías de Ter Stegen como ya lo ha hecho en Copa y Champions. Sacó una mano magnífica a disparo de Fornals.
Semedo. Creciendo. Da la sensación de que tendrá importancia e influencia la próxima temporada. Messi le ha reclamado en algún partido que subiera más para dar salidas. Pero el portugués está cogiendo confianza y tiene buenas cualidades físicas.
Piqué. Después del esfuerzo del Clásico se dosificó y dejó que las ayudas y las anticipaciones corriesen de cuenta de Vermaelen. En una acción sí corrió al belga. Jugó relajado.
Vermaelen. Con hambre de césped. Rápido e intuitivo para adivinar jugadas.
Digne. Al fin, minutos para el francés. Cumplió. Subió cuando se le necesitaba y lo hizo con criterio. No era un partido en el que se le pudiera medir exactamente pero lo hizo bien. Asistencia a Paulinho en el 2-0.
Busquets. Como Piqué, se lo tomó con calma. Le sobran tablas y fútbol para jugar casi andando y aun así cortar y repartir.
Paulinho. Sobresaliente, como el día del Madrid. Ha demostrado ser un fichaje rentable. Ocho goles en LaLiga.
Iniesta. Grande. Fue un placer disfrutar de otros 60 minutos deliciosos. La penúltima lección en casa del jugador de Fuentealbilla. Habilitó a Digne para que asistiese en el 2-0 y sirvió a Messi el 3-0.
Dembélé. Divertido. Hizo un jugadón en la acción del 1-0 y cerró el marcador con 4-1. Otras veces se perdió en arabescos pero le dio frescura al ataque del Barça y, obviamente, es un jugador que conecta con la afición porque hace cosas distintas. En el 5-1 demostró las condiciones que llevaron al Barça a fijarse en él con un slalom y una definición espectacular. A campo abierto, si está en forma, resulta devastador.
Coutinho. Marcó y empezó el partido muy enchufado pero volvió a cansarse demasiado rápido. Varias imágenes le mostraron ya cansado al paso por el minuto 30. Dejó buenos detalles pero debe aprender a dosificarse.
Messi. Otro gol, golazo, después de una asistencia de Iniesta. Inició la jugada, se creó al espacio. Vio a Digne y no le gustó la idea. Entonces divisó a Iniesta. Le buscó, tiró el amago y el maestro le encontró. Fantástica definición. Se acercó a algún gol más pero, después del sobresfuerzo del Madrid decidió dosificarse.
En la segunda parte comparecieron Suárez, Rakitic y Yerry Mina. Lo hicieron para dar descanso a tres puntales como Iniesta, Busquets y Piqué respectivamente. El uruguayo, en lo suyo, luchó. El croata, que al fin tuvo descanso después de una temporada durísima, salió a cumplir y no equivocarse peor encontró un pasillo y se sacó una jugada preciosa para el 4-1 de Dembélé. El colombiano tuvo minutos ante su seleccionador, José Néstor Pekerman.
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