Garitano: "Soy hijo de Leganés y los hijos nunca se van"
El entrenador del Leganés se ha despedido con un discurso cargado de normalidad. Ha confirmado que no tiene equipo y no descarta empezar la temporada sin banquillo.
Asier Garitano se ha despedido del Leganés como llegó. Casi en silencio. Él no ha puesto ruido alguno en la abarrotadísima sala de prensa de Butarque en la que, acompañado en el atril por Victoria Pavón, por la presidenta, ha dicho adiós tras cinco años como técnico pepinero. El lustro que lo ha convertido en el mejor técnico en la historia del club. El ruido lo han puesto otros. Los aplausos. Los que le han recibido al entrar. Los que le han llovido al marcharse. Un adiós que, para el entrenador de Bergara, no existe. “La ciudad me hizo hijo adoptivo y los hijos no se van nunca. Igual se van de casa, pero siempre están ahí y vuelven. Me siento así. Yo soy uno de vosotros", ha dicho nada más comenzar el acto.
"La decisión de no aceptar la oferta de renovación ha sido complicada, la verdad. Difícil, muy meditada. Pero creo que también muy valiente a la hora de la toma de decisiones. Siempre lo he hecho aquí con mucha gente y creo que lo tenía que hacer conmigo mismo. No ha sido sencillo, ha sido difícil, pero creo que lo tenía que hacer", ha empezado a argumentar. Después, ha confirmado la información contada hoy por AS. Garitano sale sin equipo, ni pacto avanzado para ocupar un nuevo banquillo.
"A día de hoy no había ningún otro equipo aparte de Leganés, ya lo dije. Decidí no renovar, poner punto final e intentar buscar algo ni mejor ni peor, diferente. A día de hoy no hay nada y no les puedo decir nada a los miembros del cuerpo técnico porque no hay a donde poder ir a día de hoy. Veremos qué pasa, cada sitio es diferente. No sé si voy a tener posibilidad de poder trabajar", comentó a una audiencia sorprendida con su paso.
"Después de cinco años ésa era la sensación que tenía. Yo he exigido mucho a todos y yo creía que tenía que exigirme a mí también un poco más, que era el momento de decir hasta aquí hemos llegado. Pero no lo he hecho porque tenía otro equipo, he tomado muchas decisiones de estas con mucha gente y tenía que tomarla conmigo mismo. Es lo que yo sentía", ha ratificado.
Y sin acuerdo cerrado con otro club, Asier afirma que se quedará a vivir en Leganés a la espera de que le llegue una oportunidad. Sea este verano. Sea ya con la temporada comenzada. “Veré si en el mercado sale alguna situación. Si no, ésta es a día de hoy mi casa y me quedaré aquí”, ha ratificado.
Sus dudas y la decisión definitiva
El técnico con el que el Leganés dio en tres años el salto de Segunda B a Primera ha confesado que se lo comunicó al club justo después de conseguir la salvación matemática tras varios meses de dudas y más dudas. "Durante el año había momentos en los que decía este es el momento, luego no. Luego lo estuve pensando. Lo tenía bastante claro pero se trataba de ir pasando, de intentar cumplir los objetivos. Después del Real Madrid en Liga lo dije, aquí lo dejo, la decisión es no aceptar la oferta de renovación", ha insistido. El pasado lunes se lo dijo a la plantilla antes de habérselo dicho a Mantovani.
"A Martín se lo comuniqué antes. Es una decisión que tomo yo y tampoco les condiciona nada. Los jugadores son empleados, están aquí porque son buenos y les interesa. Era para que no se enterasen por los medios de que me iba a ir. Alguno se quedaría sorprendido, otro lo esperaría", añadió.
La espina de no ganar la Copa
Después de cinco años, era el momento de hacer balance. De lo bueno. De lo malo. Aunque de esto último, dice Garitano, no se ha encontrado nada en el Leganés. Sólo ha tenido una espina clavada. "Me hubiera gustado ganar la Copa. Una vez allí la intención era esa. Lo hemos intentado, no nos dio. Yo estoy contento de lo que hemos hecho, de cómo está creciendo el club en todo. Soy partícipe de eso y me llevo esa satisfacción", ha comentado dando muestras del nivel de su nivel de ambición.
Ahora, casi más como espectador y pepinero que como miembro del club, Garitano dice que no se atreve a dar consejos, pero reclama tres: dar continuidad al proyecto, no hacer comparaciones con su nuevo inquilino y blindar con paciencia al club. "Al que elijan que sepa qué es el Leganés, darle tranquilidad. Capacidad y talento va a tener seguro porque los entrenadores son muy buenos. No hay que hacer ninguna comparación y dejarle tranquilo porque el camino todavía es muy largo. Estaremos todo el mundo apoyándole en todo", ha argumentado. "Lo más importante es saber quién eres y no lo vamos a olvidar los que somos del Leganés", ha zanjado.
La despedida final
El próximo sábado 19 de mayo, en Butarque, Garitano tendrá su despedida definitiva. Será en el partido ante el Betis. El último de la temporada. El último de Asier como técnico del Lega. Aunque él, como siempre, no se ha puesto en primera persona del tributo. “Ojalá despidan como se merecen a los jugadores, al Leganés. Que tengamos un gran ambiente, una gran entrada, que el campo pueda estar lleno para despedir esta sensacional temporada. Nada diferente a lo que llevamos haciendo todos los partidos”, ha comentado con su habitual sonrisa.
A Garitano no le ha temblado la voz en toda la comparecencia. Quizá un par de veces, pero más que temblores, han sido regates en forma de suspiro con los que eludir los nervios. Esos que no ha aparentado en una intervención cargada de normalidad. Como si fuera una comparecencia más. Pero en ésta estaba su mujer Mari y su hijo Lander. También su segundo Jaime Pérez. O el preparador físico, Miguel Ángel Pérez. Alejandro Lanchas, el fisio, también le ha acompañado. Y Felipe Moreno Pavón, el secretario técnico junto a Txema Indias, el director deportivo. Nadie quería perdérselo. Todos querían dar su adiós al mejor entrenador en la historia del Leganés.