Ha pasado mucho tiempo. El 21 de julio de 2017, cuando se sorteó el calendario de esta temporada, es ya fecha remota. La vida ha cambiado. Las expectativas de aquel evento, también. Aquel día, al saber Leganés y Levante que la fortuna les emparejó en este partido, a falta de tres jornadas para terminar el campeonato, uno y otro desencapucharon sus rotuladores rojos y marcaron a fuego la cita en sus agendas. Se antojaba una finalísima para la salvación. Hoy no será más que un choque de recreo. El alirón del Barça en Riazor borró con típex la urgencia del duelo. Ambos contendientes se salvaron desde el sofá y en diferido (sigue el partido en directo en As.com).
Sin aritmética, ya sólo queda la fábula. El romanticismo de jugar por jugar. Por disfrutar. Por honor y por alcanzar nuevas cumbres para la historia. En el Lega, por ejemplo, dice Garitano que quiere que los suyos disfruten de tan anticipada permanencia y, de paso, se lleven este duelo directo por evitar ser cuartos por la cola, plaza que ya ocuparon los pepineros el curso pasado. Con 0-0 en la primera vuelta, el triunfador hoy tendrá muchas papeletas de lograrlo.Paco López y su Levante de ‘Champions’ (en ocho partidos, seis victorias, un empate y una derrota) también tiene aspiraciones épicas. Con dos triunfos más igualarían los 46 puntos del tercer mejor Levante de la historia en Primera. Además, el ‘Comandante’ Morales está a un gol de superar a Barral como máximo anotador de los granotas en la categoría (ahora suma 18).
Los dos entrenadores darán minutos a los menos habituales. En el Lega, la novedad será la titularidad de Champagne. Cuéllar no podrá jugar todos los minutos en Liga, como hasta ahora. En el Levante el morbo lo pone Postigo, canterano pepinero y excapitán blanquiazul, regresa ahora como enemigo tras una salida sonada previo pago de su cláusula en 2015.