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VALENCIA

Las 6 claves de la clasificación para la Champions

El Valencia le ha dado la vuelta a dos temporadas irregulares en un sólo año. Volverá a la máxima competición continental tras una campaña brillante.

Los jugadores del Valencia saludan a su afición en Villarreal.
JOSE JORDAN

Regeración del vestuario.

Una de las claves de la vuelta a la Champions del Valencia ha sido conseguir tener un vestuario unido en pos de la causa. Meses antes de empezar la temporada 2017-18 el vestuario del Valencia estaba fragmentado y viciado, tras dos temporadas muy malas, en lo deportivo. Una de las decisiones que se tomó fue oxigenar el mismo. Se vendió y se dejó salir a jugadores, incluso por debajo del precio de mercado con el único fin de dar la imagen de que se iba a formar un vestuario nuevo. Diego Alves, Enzo Pérez, Negredo... Fueron algunas de las caras que no regresaron a Paterna tras las vacaciones. Fue una de las razones por la que se apostó por Marcelino.

Marcelino.

Mateo Alemany se empeñó en que Marcelino tenía que ser el director del proyecto pese a que el entonces director deportivo, Alesanco, quería a Quique Setién, con el que incluso se habían adelantado las negociaciones. El CEO del Valencia se salió con la suya y Marcelino llegó hace casi justo un año. A partir de ahí comenzaron a ponerse las bases del proyecto. El asturiano ha sido el líder de un grupo que empezó yendo partido a partido y acabó aceptando que el único y claro objetivo era alcanzar la Champions League, algo que se logró matemáticamente el sábado, tras el pinchazo del Betis, precisamente de Setién.

Acierto con los fichajes.

Una vez que salieron los futbolistas que no se quería que siguieran, llegó el turno de los fichajes. Fue difícil encajar el puzzle pero al final llegaron casi todas las primeras opciones. Neto, Paulista, Murillo, Kondogbia... Así hasta Pereira y Guedes, que llegaron el último día del mercado, en verano. La mayoría alcanzaron un nivel óptimo que han llevado al grupo, junto con los que ya estaban hasta alcanzar el objetivo. En invierno se unieron Coquelin, que obtuvo gran rendimiento hasta su lesión, Vietto y Ferran Torres, que subió del filial.

Renacimiento.

Marcelino también echó mano de su libreto y empezó a recuperar futbolistas que años atrás no arrancaban en el Valencia. El caso más significativo fue Rodrigo, irregular en las tres temporadas anteriores y espectacular en esta, siendo el máximo goleador del equipo, cuajando sus mejores números como profesional e incluso volviendo a la Selección, con la que lo más probable es que juegue el próximo Mundial de Rusia. Otros como Kondogbia o Parejo, también han recuperado su mejor versión con Marcelino.

Plano defensivo.

A pesar de que al principio le costó lo suyo, Marcelino, al final, ha podido conseguir cierta estabilidad defensiva, algo de lo que se han caracterizado todos sus equipos que ha dirigido. Neto, en el último tercio de la competición, ha dejado su puerta a cero en varias ocasiones y la zaga, y el resto del equipo, ha funcionado como a Marcelino le gusta. De cara a la próxima temporada, el técnico quiere perfeccionar aún más esta faceta.

Comunión con la afición.

Salvo casos puntuales, la afición se ha identificado con el equipo desde el principio. La comunión de grada y equipo, en Mestalla, ha sido determinante para sacar algunos partidos que sirvieron para ir aumentando un colchón de puntos que, al final, le ha dado cierta confianza. Fuera también han sido habituales varios centenares de valencianistas. El único punto de desencuentro fueron los pitos a Pereira y Vietto.