El Madrid invita al partido a los dos primeros alemanes que vistieron la camiseta del Real Madrid, Günter Netzer y Paul Breitner. La apertura de extranjeros en la Liga a partir del año 1973 trajo al club blanco a Günter Netzer. Y un año después a Paul Breitner tras su famoso gol de penalti a Holanda en la final del Mundial de 1974. “La gente pensaba: ‘¿Cómo puede fichar el Madrid a un lateral izquierdo?’. El Barça y el Madrid decidieron que ficharían el segundo puesto extranjero tras el Mundial. El Barça fichó a Neeskens, que el año anterior trajo a Cruyff, y el Madrid, a mí, tras lo de Netzer el año anterior. Yo le pregunté a Miljanic (el entrenador aquella temporada): ¿Por qué? Para mí no tenía sentido. Pero Miljanic me dijo que me había visto jugar de centrocampista como juvenil y que en el Madrid lo haría así. El primer año ganamos la Liga al Barça con 11 puntos de diferencia, cuando Bernabéu me había dicho nada más ficharme que el objetivo el primer año era quedar a siete u ocho puntos del Barça porque el año anterior los azulgrana les habían sacado 18”, recuerda Paul Breitner, de 66 años y que el año pasado se desvinculó del Bayern después de 10 años trabajando en diferentes departamentos.
Curiosamente, tanto Netzer como Breitner disputaron 100 partidos oficiales en tres temporadas en el club blanco. El primero, que tiene 73 años y vive en Suiza, se marchó del Madrid en 1976 y el segundo, en 1977. Estarán mañana también en la comida de directivas en el Zalacaín junto a otros ilustres futbolistas del Madrid y Bayern como Emilio Butragueño, Karl-Heinz Rummenigge o Uli Hoeness. Netzer y Breitner fueron los primeros de una senda que luego siguieron Uli Stielike, Bernd Schuster, Bodo Illgner, Christoph Metzelder, Mesut Özil, Sami Khedira y Toni Kroos.
