Deambula el Espanyol de Quique cual muerto viviente por este tramo final de Liga, sin la salvación matemática en la saca, y acumulando argumentos para que su estadio se convierta en un páramo. Poco necesitó el Eibar, cargado de cambios y sin siquiera un punta natural, para ahondar en la infamia perica. Con el tanto de Lombán, detienen los armeros su sequía goleadora en 330 minutos. La del Espanyol es ya una sangría incontrolable, que lo tiñe todo de rojo: 468’ sin marcar y subiendo.
Con Cornellà semidesierto y gritos de “Quique, vete ya” como de bienvenida, se esperaba que al menos de entrada sacara su casta el Espanyol. Nada más lejos de la realidad. Se apoderó del balón un Eibar de un modo casi insultante. Y más lo hubiera sido de avanzarse los armeros en un testarazo del experico Jordán que se estrelló en la base del palo, y que posteriormente fue anulado por un dudoso fuera de juego.
El premio a la persistencia visitante, y a la desidia local, llegó en el 32’. Avisó primero Pedro León, con un chut que se marchó a córner. Y el propio murciano, renovado el lunes hasta 2020, sirvió el saque de esquina para que cabeceara a gol Lombán, zafándose de Hermoso, desde el corazón del área, asestando una punzada al de los 12.113 pericos que aún creían en su equipo.
Con el ambiente cada vez más enrarecido, al fin en la reanudación entendió el Espanyol que sin atacar es imposible marcar. Y lo intentó. Presionó alto, mostró las garras y llegó. Primero Víctor Sánchez desde fuera, después Gerard en dos ocasiones y Sergio García, manifestando que Dimitrovic jugaba. Ni siquiera la épica final, con Pau subiendo en un córner, sirvió para maqullar otro desastre y para apaciguar la estruendosa pitada final.
Pero no fue el 3-3 del curso pasado, aquella remontada perica con 0-3 al descanso. Este Espanyol es una sombra de aquel, mientras que el Eibar sí ha ido sumando. En juego y oficio. Hoy la clasificación lo demuestra. Y los ánimos.
El entrenador del Eibar, José Luis Mendilibar, ha asegurado después de la victoria contra el Espanyol en el RCDE Stadium que de aquí hasta el final de temporada "sólo pensamos en ganar los partidos que restan".
En este sentido, el preparador, en una escueta rueda de prensa, ha mantenido que tras este triunfo "sólo nos marcamos el objetivo el partido contra el Getafe, que está compitiendo muy bien".
Por otra parte, Mendilibar ha asegurado que pese al desgaste de la semana, "las expectativas eran buenas". "El Espanyol y nosotros estábamos en las mismas condiciones, podríamos estar cansados los dos equipos", ha comentado.
La clave, según ha explicado, es que en estos días "nos hemos fijado más en nosotros que en el rival y esto nos ha permitido poder apretar arriba, sobre todo en el primer tiempo". EFE
Quique S. Flores: "Estamos en un periodo de ofuscación importante"
El entrenador del Espanyol, Quique Sánchez Flores, ha afirmado tras perder contra el Eibar en el RCDE Stadium que en este tramo final de temporada "estamos en un periodo de ofuscación importante, nos ata saber que nos cuesta hacer gol, todo nos comprime". Quique ha estado cerca de irse de la rueda de prensa cuando ya estaba empezada ya que ha entendido que un periodista se ha reído tras formular la primera pregunta. El responsable de comunicación del club ha calmado los ánimos y la comparecencia ha seguido con normalidad. Cuestionado por los silbidos de la afición, con gritos pidiendo su dimisión, el técnico se ha mostrado comprensivo con el malestar de la grada. "Nosotros recibimos lo que hemos generado. Si no se genera una gran conexión esto puede ocurrir. Tenemos que asumir las consecuencias, hay que apechugar y estar de pie". De todos modos, el preparador ha recordado que los seguidores pericos "han sido muy importantes siempre". "Lo que venga nos lo merecemos porque los resultados son el prisma por el que nos ven. Si no rendimos, estamos expuestos a la crítica", ha subrayado. Quique Sánchez Flores, que ha descartado cualquier problema de unidad entre jugadores y cuerpo técnico, ha afirmado que no se plantea bajar los brazos: "Es una situación complicada que hay que revertir. Es difícil levantar al grupo, pero no podemos desistir. Nos debemos a la historia del club". El entrenador madrileño, finalmente, ha analizado la igualdad del Espanyol con muchos rivales. "Todos los partidos son parecidos. Estamos siempre en el alambre y en el alambre siempre caemos al lado que más daño nos hace. En ese equilibrio debemos intentar que la balanza caiga hacia nuestro lado", ha dicho. - EFE