La Juve se consuela en la Liga alejando al Nápoles
El equipo de Allegri aumentó su ventaja sobre el Nápoles a seis puntos. Sureños y turineses se verán las caras el próximo domingo en el Allianz Stadium.
Tras el trauma del Bernabéu, la Juventus se consuela poniendo cuesta abajo su camino hacia el scudetto: con el 3-0 ante el Sampdoria, el equipo de Allegri aumentó su ventaja sobre el Nápoles a seis puntos. Sureños y turineses se verán las caras el próximo domingo en el Allianz Stadium, mientras que este miércoles se enfrentarán, respectivamente, a Udinese y Crotone.
Los bianconeri fueron acogidos por sus tifosi con una gran ovación y varias pancartas, recordando el partido de Madrid: “Gracias chicos, con la cabeza alta. Orgullosos de vosotros”. La Vecchia Signora empezó con un ritmo muy bajo, como si estuviese todavía tocada por el desenlace del Bernabéu. Y los de Giampaolo, que se jugaban el sueño de volver a la Europa League, estuvieron cerca del gol con Quagliarella, cuyo cabezazo fue neutralizado por Buffon.
El rumbo de una anodina primera mitad lo cambió Douglas Costa. El brasileño, que empezó en el banquillo, sustituyó en el 43’ al lesionado Pjanic y revolucionó el partido bianconero. Justo antes del descanso, un gran centro suyo encontró a Mandžukic en el corazón del área, y el croata empujó entre palos al primer toque el balón del 1-0. El exatlético, procedente del doblete de Madrid, sólo había marcado un tanto en 2018 y en esta semana ha firmado tres, sumando por séptima vez consecutiva al menos diez goles marcados en una temporada.
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Los blucerchiati estaban vivos, y nada más comenzar la reanudación tiraron una enorme ocasión para poner las tablas con Ramírez, que no aprovechó un error de Chiellini. Después de un cuarto de hora complicado, con la Juve que parecía otra vez apagada y sin recursos para rematar la faena, volvió a aparecer Douglas Costa: un centro perfecto suyo, esta vez, llegó a Höwedes, que firmó el 2-0, su primer diana de este curso. El brasileño completó su hat-trick de asistencias con un pase raso para Khedira, que marcó el 3-0 con un derechazo y sentenció. Una victoria llegada sin demasiado esfuerzo, que podría ser decisiva en el camino hacia el séptimo scudetto consecutivo.