El único objetivo del Reus hasta final de año es lograr la permanencia y, si puede ser, con un transitar tranquilo hasta lograrla. Las dos derrotas consecutivas fuera de casa han dejado al equipo con menos margen frente al descenso, pero no han afectado en exceso a la moral del grupo. “No tenemos dudas”, dijo ayer López Garai, y es que más allá de las sensaciones la realidad dicta que el Reus, en casa, es un equipo fuerte: llevan cinco partidos consecutivos sin encajar un gol. Frenar hoy al Cádiz, aunque difícil, se antoja necesario para sacar un resultado positivo (sigue el partido en directo en As.com).
El Reus sabe que crece con el balón y López Garai seguirá apostando por ello. Más ante un equipo veloz como el Cádiz, contra el que tener la posesión es la mejor manera de protegerse. La defensa y el doble pivote restarán inamovibles, a excepción de que regresa Campins (recuperado antes de tiempo de su lesión), pero López Garai podría dar entrada a Vítor. El portugués ha cumplido ya su sanción y, más allá de su calidad en el centro del campo, es un excelente tirador de faltas. Un argumento más para intentar mejorar de cara al gol, la asignatura pendiente del Reus. Lekic, alumno aventajado en dicha lección, tienen hoy un examen de altura.
Unos problemas que se trasladan también al Cádiz, pues la poca capacidad ofensiva sigue dando quebraderos de cabeza a la parroquia amarilla. Barral, que estaba participando mucho y bien en la creación de jugadas peligrosas, no podrá estar ante el Reus al no haber podido superar a tiempo el proceso gripal, pero sin embargo Cerverarecupera a Salvi.