El Reus abandona el Municipal y construirá su propio estadio

La situación del Reus en el Municipal era tensa, se acababa la concesión y debían renovarla, y ha acabado rompiéndose. Las obligaciones de la Liga obligaban a una inversión importante en el estadio que el consistorio no hará y que el Reus tampoco: el club construirá su propio estadio. En palabras del máximo accionista, Joan Oliver, "debíamos hacer una inversión de 5 millones (3'5 obligados por la Liga) mientras que la construcción de un nuevo estadio nos costará entre ocho y nueve". Y explicó las ventajas. Por un lado para renovar la concesión el Reus aceptaba que cualquier obra en el Municipal (y debían hacer una de 5 millones) no podía hipotecarse, por lo que no podrían financiarla. Por otro lado, en el Municipal no había manera de amortizar esos gastos ya que la concesión no permitía ni conciertos, ni naming right o campus de verano: nada que no fuera estrictamente partidos de fútbol. En palabras de Oliver, pues, "los números no nos dejaban otra opción".

Tanto Llastarri como Oliver aseguraron que era "un día triste" pues el club lleva "40 años jugando en ese estadio". La intención de la entidad ha sido siempre seguir ligada a Reus, pero el nuevo estadio estará en otro municipio. Aseguraron que ya tienen "un par de alternativas" y que ambas están "cerca de la ciudad". Sin embargo, reconocieron que deberán poner "buses lanzadera" para los días de partido. Oliver reconoció que esta decisión "todavía no es irreversible, pero lo será pronto" y que su primera opción siempre ha sido "comprar el Municipal". Sin embargo es algo que les parece poco probable pues "difícilmente el Ayuntamiento cambiará de postura".

El problema ahora es que la construcción del estadio se demorará dos o tres años en el mejor de los casos y hay que buscar una solución para "una transición que será complicada". Por un lado porque se ha de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento para seguir jugando en el Municipal hasta la construcción del nuevo estadio y por otro porque también hay que llegar a un acuerdo con la Liga para postergar los requisitos mínimos de la LFP. En caso de que no se llegue a dichos acuerdos, el club "ya ha mirado alternativas y ha hablado con algunas personas" conscientes que quizás "tengamos que jugar más cerca o más lejos de Reus". Descartaron la posibilidad de hacerlo en el Nou Estadi, son optimistas en llegar a ambos acuerdos y sino "no será un drama jugar lejos de Reus dos años". Los colores, la sede social, el escudo y el nombre, restaran invariables.