La maldición que persigue a Lucas Boyé
El Celta no ha marcado ningún gol con el argentino sobre el terreno de juego. Repetirá titularidad ante el Sevilla para suplir la baja de Maxi Gómez.
Se estrenó como titular en San Mamés y no dejó malas sensaciones. Sin embargo, el partido contra el Athletic no hizo más que incrementar la dimensión del gafe que persigue a Lucas Boyé desde su llegada a Vigo el pasado mes de enero. En los 136 minutos que el argentino ha disputado con la camiseta celeste, su equipo no ha celebrado ningún gol y ha encajado dos.
La oportunidad de dar carpetazo a esta maldición la tendrá el sábado contra el Sevilla. El delantero cedido por el Torino suplirá la ausencia en el once inicial de Maxi Gómez, que cumplirá su segundo ciclo de amonestaciones en lo que va de temporada. Aunque la acción que le costó la décima amarilla del curso ofrecía algunas dudas, la dirección del club decidió no presentar alegaciones y el charrúa seguirá el duelo con el cuadro hispalense desde la grada de Balaídos.
Sin Maxi, Boyé será el socio de Aspas y se moverá en la posición que mejor se adapta a sus características. Jugará en punta, una demarcación que por ahora apenas ha ocupado. Unzué casi siempre lo ha utilizado en la banda izquierda para que ejerciera de revulsivo.
En cinco de sus siete apariciones, el Celta necesitaba un gol en los últimos minutos para cambiar un mal resultado. Al futbolista formado en River Plate no se le ha notado cómodo en ese rol y sus mejores minutos los ofreció en Bilbao jugando desde el inicio.
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