El Espanyol saca petróleo del gol pese a su sequía realizadora

Con un 38 por ciento menos de goles que la temporada pasada a estas alturas, prácticamente cuatro de cada diez, padece el Espanyol una crisis realizadora —ha sido una constante durante toda LaLiga— que le impide acometer grandes objetivos. Sin embargo, ese déficit anotador, que le convierte en el cuarto equipo de Primera que menos marca, no está siendo sinónimo de sufrimiento por el descenso. Ni siquiera le aleja proporcionalmente de los 42 puntos que llevaba hace un año. Porque el Espanyol saca petróleo del gol.

Se puede decir que el conjunto de Quique Sánchez Flores anota poco, pero que cuando lo hace es sinónimo de puntuar. Solo ha cosechado una victoria por más de un gol de diferencia (el 4-1 ante el Deportivo) y únicamente ha marcado en dos de sus derrotas (el 3-1 en Eibar y el 3-2 contra el Leganés). La rentabilidad casi no puede resultar mayor, puesto que cada gol le da al Espanyol 1’34 puntos. Un dato que en LaLiga solo supera el Leganés de Asier Garitano (1’44), precisamente el técnico más deseado (aunque difícil) si finalmente se va Quique. 26 dianas llevan los pericos, que suponen 35 puntos.

Siendo el decimoquinto conjunto de Primera con peor diferencia de goles, el Espanyol por ejemplo está justo por encima de una Real Sociedad que ha anotado prácticamente el doble, 51, y que sin embargo acumula 33 puntos.

Los 26 goles actuales del Espanyol (casi la mitad de los cuales, 12, anotados por Gerard Moreno) confirman el peor registro a estas alturas desde la primera temporada en Cornellà, la 2009-10, en que solo llevaban 21 a favor. El mínimo desde entonces tras la jornada 29 se situaba hasta ahora en los 29 de la terrorífica campaña 2015-16. Una comparativa que demuestra que el hándicap de este curso no es defensivo, sino ofensivo.

Ningún suplente ha marcado en 29 jornadas

Retomará el Espanyol la competición este domingo sin un objetivo claro (Europa es casi un imposible), pero sí con algunos retos por delante. Uno de ellos, por curioso que parezca, consistirá en tratar de conseguir que al fin marque algún futbolista que ingresa al césped desde el banquillo. Por extraño que parezca, en 29 jornadas no ha marcado un solo gol un suplente.

Lo llamativo del caso es que la inmensa mayoría de goles del Espanyol, hasta 19, los acumula en la última media hora de los partidos, precisamente cuando ya se ha producido alguna sustitución: concretamente, acumula 11 dianas entre los minutos 61 y 75’, y ocho más del 76’ en adelante. Sin embargo, todos los han anotado jugadores que estaban en el campo desde el pitido inicial.

También resulta paradójico que todo esto sucede cuando el que probablemente sea el gol más celebrado esta temporada, el que significó la victoria ante el Barcelona, sí lo anotó un suplente: Óscar Melendo, que entró mediada la segunda parte; pero ese tanto no corresponde a un partido de LaLiga sino a la Copa del Rey.

De todos modos, el Espanyol no es el único equipo de Primera aquejado de este déficit: tampoco el Leganés (que lleva 25 goles) ni el Celta (que acumula casi el doble, 45) han conseguido que un jugador procedente del banquillo marcara. Quedan nueve jornadas para ponerle remedio.

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