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Un tercio de la plantilla del Celta queda libre en el 2019

Las posturas para renovar siguen estando lejanas con jugadores como Jonny y Wass. El ayuntamiento de Vigo intenta echar abajo la nueva Ciudad Deportiva.

Carlos Mouriño gesticula durante una entrevista con AS.

El último tramo de la temporada va a ser intenso sobre el césped, con el Celta jugándose el billete europeo, y en los despachos. Ningún futbolista finaliza contrato el próximo 30 de junio, pero un tercio de la plantilla celeste sólo tiene firmado un año más. Si no se cierran esas renovaciones antes de que concluya LaLiga, siete jugadores se situarían en la rampa de salida para cambiar de aires durante el próximo verano.

 Los casos prioritarios para la dirección olívica son los de Jonny y Wass. Aunque la negociaciones con los dos vienen de lejos, las posturas están distantes. Ambos quieren subir peldaños en la escala salarial del vestuario, pero Carlos Mouriño no acepta las condiciones que le han puesto sobre la mesa. El club cuenta a su favor con las cláusulas de rescisión, 18 millones de euros Jonny y 25 ‘kilos’ Wass. Dos obstáculos de altura para los pretendientes a corto plazo.

Los contactos con Radoja también se iniciaron la pasada campaña y el serbio esperaba ser más valorado económicamente. Sin embargo, su pérdida de protagonismo ha enfriado el interés del club. Mejor encaminadas están las conversaciones con Sergi Gómez y el zaguero ha admitido que el acuerdo podría llegar en breve.

COtros dos centrales, Cabral y Fontàs, han desaparecido de los planes de Unzué y de seguir así sus días en Vigo estarán contados. Diferente es la situación de Borja Iglesias. El club le ha ofrecido renovar, pero el delantero que triunfa en el Zaragoza maneja ofertas mucho más jugosas.

Caballero rompe la tregua

La aparente reconciliación entre el Celta y el Concello de Vigo, escenificada por última vez el pasado sábado en la apertura de la nueva sede del club, ya es historia. El ayuntamiento ha roto la tregua que se inició tras alcanzar un principio de acuerdo para la concesión de Balaídos y el gobierno de Abel Caballero quiere tirar abajo el proyecto de la Ciudad Deportiva céltica en Mos. Con ese objetivo, ha presentado un informe ante la Xunta de Galicia en el que duda de la legalidad de la obra. En cuatro puntos el escrito enumera consecuencias negativas que tendrá para la ciudad de Vigo, sobre todo, por la apertura de un nuevo centro comercial.

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