Mágico y Kempes se retan en El Salvador 36 años después

Ha pasado mucho tiempo, pero el afecto y la admiración sigue siendo la misma. Mágico González y Mario Alberto Kempes tienen sentimientos recíprocos. Se respetan a más no poder. Ídolos en sus países, El Salvador y Argentina, y mitos en Cádiz y Valencia, ambos se midieron la pasada madrugada en el estadio Custcatlán de San Salvador. Reeditaron el histórico partido que se jugó en Alicante, durante el Mundial de España. Argentina, sin despeinarse, venció por 2-0, pero para los salvadoreños, estar en España, ya fue como conquistar la Copa del Mundo.

Ayer, lo de menos era el resultado, claro (quedaron 9-9 y venció el equipo de Kempes desde el punto de penalti, 4-3). El abrazo fue sincero y la pasión que por Kempes y Mágico demostraron los muchos aficionados que de manera gratuita se citaron en las gradas fue sinceramente excitante. “Era muy bueno”, dijo hace unos días Mágico González de Kempes, que contestó: “Tenía una inventiva en el campo al alcance de muy pocos a lo largo de la historia”.

Mágico González cumple este año 60. ¡60! Y desde su entorno más cercano están organizando una serie de actividades con él, el balón, sus amigos y el fútbol como protagonistas. Si hace unas semanas se midieron a los veteranos del FAS (uno de los equipos más populares de El Salvador), ahora le tocó a los protagonistas del programa Fuera de Juego, de ESPN (una de las últimas actividades puede cerrarse en Cádiz, donde trabajan a destajo para poder ver a Mágico en el Ramón de Carranza). El capitán del combinado televisivo es Mr Chip, que dejó por un rato los datos, las estadísticas y sus cosas para volver a participar con sus amigotes Fernando Palomo, Edgardo Mattei, Ricardo Ortiz y Andrés Agulla. ¿Y Kempes? “Juego dos minutos y me doy descanso”, dice El Matador para rematar: “Soy el entrenador y debe notarse en algo”, bromea.

“Mágico es un tipo entrañable, una persona sin prisas y que no quiere muchas obligaciones. Tuvo un don y supo sacarle rédito, aunque la pudo romper”, aseguran en las calles de San Salvador antes de iniciarse la fiesta. Mágico, con un pasado escrito con letras de oro en Cádiz tuvo la posibilidad de ser jugador del Barcelona, “pero eso hubiese sido complicarse demasiado la vida”, reconoce gente cercana a él. Jugó en dos etapas en el Cádiz y entre estas lo firmó el Valladolid, “pero aquello no acabó de funcionar”.

“Para ESPN es un orgullo poder juntar a estos dos monstruos del fútbol. Allá donde vamos organizamos un partido. Queremos que la gente disfrute y que vea cómo de cercanos son los periodistas lejos de un plató y sin un guión que seguir o una historia que contar”, relata Mattei, máximo responsable de la oficina de la cadena en Miami y portero del equipo, formado de juventud en la base de Villa Mitre argentino y clave en el triunfo: fue él quien detuvo el penalti en la tanda a Mágico. El destino.